Efemérides

Pedro Dellacha, campeón y patrón del área

Miércoles 31 de Julio de 2019
Puly para los amigos y Don Pedro del área para el mundo futbolero, marcó una época en base a su juego y a sus logros deportivos, tanto con los colores académicos como con los de la Selección Argentina. Admirado y valorado adentro de la cancha por ídolos de la talla de Pelé y de Juan José Pizzuti, Dellacha se transformó en una figura obligada adentro de la galería histórica destinada a los cracks racinguistas.
Pedro Dellacha, campeón y patrón del área
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 116 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

No lo cuenta cualquiera. Lo avisan los que saben de esto. Así que lo que hay que hacer es prestar atención a lo que sigue. Edson Arantes do Nascimiento, conocido como Pelé, lo afirmó con contundencia en su autobiografía: “Fue el jugador que más fuerte me marcó”. Juan José Pizzuti lo dijo hace tiempo frente a la consulta sobre quién era su compañero: “Pedro fue un defensor feroz, muy duro en el campo de juego, pero hombre sensible y buena gente afuera”. Del Pedro sobre el que habla el gran Tito es Pedro Rodolfo Dellacha, un fenomenal zaguero que jugó en Racing entre 1952 y 1958 y que obtuvo el torneo argentino en el último año en el que estuvo en el club. También fue un referente de la Selección, con la que ganó dos Sudamericanos (Chile 1955 y Perú 1957) y con la que participó del Mundial de Suecia 1958. 

En la ciudad de Lanús, el 9 de julio de 1926, Puly, como le decían su familia y sus amigos de la infancia, apareció en este planeta para cobijarse en los brazos de María Rosa Bollini, su mamá. Futbolero desde pequeño, hizo las Inferiores en Boca pero debutó oficialmente en Quilmes. A Avellaneda se mudó para reemplazar a un histórico como Higinio García, pieza vital del conjunto que logró el tricampeonato. Su estreno se dio en una victoria ante Ferro por 4 a 2. En total, disputó en la Academia 184 partidos, convirtió un solo gol y fue expulsado en una única ocasión, lo que pone de manifiesto que, más allá de su firmeza, era un hombre de claros valores de respeto deportivo.

Pedro se volvió Don Pedro del área el 30 de marzo de 1955, cuando el periodista Félix Daniel Frascara lo bautizó de esa manera a raíz de una maniobra de tremenda categoría. Así la rememoró tiempo después el propio protagonista: “Contra Chile, hice una jugada que se la había visto a Nano Gandulla en Boca. Vino un pelotazo largo. Les gané a los dos delanteros que picaron y le grité a Musimessi ‘¡Tomá, Negro!’ y amagué. Con la derecha, pasé la pelota por detrás de la izquierda y salí hacia la mitad de la cancha. Los delanteros siguieron corriendo. Todo el estadio me aplaudió”. Tras retirarse en el Necaxa mexicano, fue entrenador del club en 1976. 

Dellacha falleció el 31 de julio de 2010 pero su vínculo con el club está lejos de extinguirse porque Pelé, Pizzuti y tantos otros se encargaron y se encargan de mantener vivo su recuerdo como figura insoslayable dentro de la riquísima galería de talentos que han dejado su huella futbolística en nuestro club. Es por eso que hoy, al cumplirse otro aniversario de su partida, esta institución pone de manifiesto mediante esta reseña su eterno respeto, agradecimiento y admiración por uno de los tantos apellidos que ayudaron a construir la gloria deportiva de la Academia.