Efemérides

Juan Viazzi, de Racing de verdad

Viernes 13 de Septiembre de 2019
Se consagró como jugador en la primera y gloriosa época futbolística del club. Cuando dejó las canchas, no se alejó de Racing y como dirigente construyó una fructífera carrera, que siempre se desarrollo en beneficio de la institución. El reconocimiento no podía estar ausente ante semejante referencia de nuestra historia. 
Juan Viazzi, de Racing de verdad
Primera verdad que está clara: la historia no empezó ayer. Segunda verdad indiscutible: la historia merece ser contada. Tercera verdad irrefutable: es fundamental conocer la historia para saber quién es uno y hacia dónde va uno. Racing, con 116 años de vida, con un pasado repleto de gloria, tuvo a lo largo de tantos años símbolos que forjaron la identidad del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso, como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. 

Cuando aceleraba por la banda a toda velocidad, la hinchada se paraba para tratar de seguir con los ojos sus movimientos inesperados y su desparpajo con la pelota en los pies resultaba una pesadilla para los rivales que pretendían seguirlo contra la banda. No resultaba nada sencillo pararlo porque Juan Eduardo Viazzi, que arribó a Racing en 1908, era un rayo contra la raya que encandilaba cada vez que encaraba en el mano a mano contra los defensores rivales. Nacido en 1892 en la zona sur del conurbano bonaerense, se incorporó al club gracias a la invitación de Pedro Viazzi, su hermano mayor y pieza importante en el proceso de fundación de la institución. Su amor por los colores lo llevó a construir su vida muy cerca de la camiseta celeste y blanca.

Sostiene la leyenda racinguista que este wing habilidoso formó parte de la Cuarta de Fierro que consiguió rendimientos inolvidables en 1910. Ya en 1911 y en 1912 empezó a alternar en Tercera, en Intermedia y en Segunda. Su arribo al primer equipo ocurrió en 1913, justo cuando se inició el maravilloso ciclo del heptacampeonato. Más allá de sus indiscutibles condiciones, le costó ganarse la titularidad porque aquel conjunto contaba con jugadores fantásticos que nunca abandonaban el once inicial. Por lo tanto, se turnó con Zoilo Canaveri y con Nicolás Vivaldo para acompañar a Juan Ohaco, a los hermanos Juan y Natalio Perinetti y a Alberto Marcovecchio.

Paulatinamente, a partir de 1918, se fue alejando de la pelota para acercarse a la administración del club. Aunque continuó jugando en Veteranos durante varios años, su principal labor estuvo asociada a su cargo como protesorero de la Comisión Directiva. En el arranque de la era profesional, colaboró con el pasaje a una etapa distinta en el manejo de este deporte, algo que volvió a hacer entre 1939 y 1943. 

El 13 de septiembre de 1950, con 58 años y el Cilindro recién inaugurado, Viazzi falleció en su querida ciudad de Avellaneda, dejando un imborrable recuerdo en el club. Son pocos los casos en la historia de personas que ocuparon de gran manera varios lugares en una misma institución. Es por eso que hoy la Academia entera le brinda este merecido homenaje a una persona que demostró a lo largo de toda su vida un amor genuino por nuestros colores. Viazzi fue, es y será de Racing; de Racing de verdad.