Efemérides

Gritó el Equipo de José

Miércoles 20 de Noviembre de 2019
Racing empató sin goles con Gimnasia y Esgrima La Plata el 20 de noviembre de 1966 y conquistó el título de Primera División. Fue la primera gran gesta del conjunto comandado por Juan José Pizzuti.
Gritó el Equipo de José
Estaban decididos a quedar en la historia. Se lo plantearon hacia el final de 1965 y ratificaron la voluntad en el arranque del año siguiente. Los frutos están a la vista: la permanencia infinita en las páginas de gloria de Racing. Con  Juan José Pizzuti como mentor, la Academia armó un equipo imbatible que conquistó el campeonato de Primera División el 20 de noviembre de 1966 tras igualar 0 a 0 con Gimnasia y Esgrima La Plata en El Bosque. Sería el único título en el ámbito local hasta la hazaña de 2001.
 
Si de campañas se habla, la de ese año fue impactante: 24 partidos ganados, 13 encuentros empatados y apenas 1 duelo perdido. Como si fuera poco, 70 goles a favor –un promedio de 1,8 por presentación- y tan solo 24 en contra –una media de 0,6 por compromiso-. Y, como si todo esto no alcanzara, un invicto que se extendió durante 39 cotejos –se cortó en la fecha 26 contra River- y que recién pudo superar Boca en 1999. Pero el andar del conjunto académico fue tan notable que incluyó seis goleadas de esas que permanecen en el recuerdo: un 5 a 0 a Quilmes (fecha 4), un 4 a 1 a Ferro (fecha 11), un 3 a 0 a Chacarita (fecha 25), un 3 a 0 a Estudiantes (fecha 27), un 3 a 0 a Argentinos (fecha 29) y un 3 a 0 a Ferro (fecha 30).

Los protagonistas de esta hazaña tienen nombre y apellido: Oscar Martín, Alfio Basile, Rubén Díaz, Juan José Rodríguez, Juan Carlos Rulli, Juan Carlos Cárdenas, Jaime Martinoli, Luis Carrizo, Roberto Perfumo, Humberto Maschio, Miguel Ángel Mori, Nelson Chabay, Agustín Cejas, Rodolfo Vicente, Néstor Rambert, Fernando Parenti, Osvaldo Canadell y Rodolfo Vilanoba. Martinoli, con 18 conquistas, fue el máximo artillero de Racing –Luis Artime lo fue del campeonato, con 23 goles-. Martín, Basile, Díaz y Rodríguez tuvieron asistencia perfecta a los encuentros y se transformaron en la columna vertebral del equipo.

Va acá un merecido homenaje para un grupo que coronaría su desarrollo obteniendo la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental en 1967. A cada uno de esos futbolistas, gracias. Muchas gracias.