Efemérides

Juan José Rodríguez, nuestro glorioso Yaya

Martes 02 de Junio de 2020
Tan solo dos temporadas le bastaron para transformarse en uno de las figuras más recordadas de la historia del club. Delantero de gran categoría, llegó al equipo comandado por José Pizzuti en 1965 y a pesar de su corto paso, su huella fue inmensa y eterna: un torneo local, una Copa Libertadores y una Copa Intercontinental. Inmejorable. Hoy, a 27 años de su partida, su recuerdo sigue inalterable en celeste y blanco dentro de las páginas doradas de Racing.
Juan José Rodríguez, nuestro glorioso Yaya
A éstas alturas ya es toda una obviedad el mencionarlo, pero no por eso hay que dejar de hacerlo. Racing Club cuenta en su haber con 117 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Quizás no muchos se imaginaron al momento de su llegada que un entrerriano de 28 años, de poco renombre en el fútbol argentino hasta ese momento, sería una de las cartas fundamentales para que Racing Club llegara por primera vez en su historia a la cúspide de este juego. Pero así ocurrió. Juan José Rodríguez, nacido el 1 de enero de 1937 en Galarza, arribó al club en 1965, junto a Juan Carlos Rulli, directamente desde Boca Juniors. Antes, había pasado sin romperla por Nacional de Uruguay y por Huracán. Pero ni bien se ubicó en Avellaneda, encontró en Juan José Pizzuti, el técnico del equipo, al hombre capaz de sacar lo mejor de su talento. Y así, se cansó de hacer goles y de generar alegrías en la gente académica. 

Hábil, veloz y con gran facilidad para moverse dentro del área contraria, Yaya, como se lo conocía en el ambiente futbolístico, armó rápidamente una buena sociedad con Jaime Martinoli y con el Chango Juan Carlos Cárdenas en el ataque. El Bocha Humberto Maschio, el cerebro de ese conjunto, funcionaba como el gran asistidor. Todos juntos, más las incorporaciones que se sumaron en 1966 y en 1967, conquistaron el campeonato local, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. De hecho, Rodríguez fue, con seis tantos, fundamental para ganar el torneo sudamericano que le permitió a Racing llegar a enfrentar al Celtic de Glasgow en Escocia, Avellaneda y en Montevideo.

En total, Yaya disputó con la casaca albiceleste 105 partidos y convirtió 37 goles. Su promedio deja en claro la talla de su aporte ofensivo. Querido por sus compañeros, admirado por sus rivales, su figura dejó un recuerdo imborrable e inalterable, que trascenderá el paso del tiempo y siempre estará ligado con la época y los logros más destacados de toda la historia de nuestra institución.

Hoy, justo cuando se cumplen 27 años de su partida física, Racing Club vuelve a tener presente a uno de los ídolos más destacados a lo largo de sus más de 117 años de vida y lo recuerda de manera respetuosa y emotiva, a la vez que le envía un sincero saludo a sus familiares y a sus seres queridos.