Efemérides

Betular, esa leyenda bien nuestra

Jueves 03 de Junio de 2021
No sólo fue un sólido defensor central cuya presencia fue clave en el equipo que ascendió a Primera en 1910, sino que también se destacó durante la época más brillante del club durante el amateurismo. Además, fue socio vitalicio y socio honorario de la institución. Un racinguista de ley que la institución vuelve a tener presente en su memoria.  
Betular, esa leyenda bien nuestra
Nunca está de más el recordar el siguiente detalle que no es para nada menor: Racing Club cuenta en su haber con 118 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Ángel Floro Betular eligió durante toda su vida poner su talento futbolístico y su compromiso humano al servicio de las necesidades de Racing. Nacido en 1892, este sólido defensor se consolidó en el primer equipo del club a partir de su despliegue, de su sobriedad y de su valentía para no dar por perdida ninguna pelota. Su salto a la fama se dio en 1910 cuando, junto a Juan Ohaco y a Ricardo Pepe, le dio jerarquía a la defensa del conjunto que consiguió el ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.

Con el correr de las temporadas, compartió la última línea con Francisco Olazar y con Enrique Macchiavello. Siempre dispuesto a esforzarse hasta las últimas consecuencias, fue valioso su aporte en el proceso que condujo a la obtención de siete títulos de forma consecutiva. Fue, además, habitualmente capitán porque su temperamento funcionaba como un estímulo para sus compañeros. De buena pegada, hizo varios goles de media distancia, de tiro libre y de penal que sirvieron para empujar a la Academia al éxito.

Convocado a menudo al combinado nacional, fue homenajeado en Racing una vez retirado de las canchas, cuando ejercía como contador general en la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires: socio vitalicio número 52 de la institución, fue nombrado socio honorario y recibió todos los reconocimientos.

Betular murió el 3 de junio de 1938 a los 46 años. Se nos fue muy joven, pero no por eso lo olvidamos. Al contrario. Hoy, fecha en que se cumple un nuevo aniversario de su fallecimiento, es un honor para la Academia rescatar de nuevo su leyenda. Su apellido y todo lo que le dejó a Racing dentro y fuera de la cancha así lo merecen.