Efemérides

Bottaso, la muralla de hierro

Jueves 23 de Diciembre de 2021
Con pergaminos que avalaron su contratación apoyados en soberbias actuaciones y casi una década bajo los tres palos de Racing, Juan Bottaso dejó una huella que perdura hasta nuestros días. Logró dos copas nacionales en el club y además actuó en la Selección Argentina. A pesar de su prematuro fallecimiento, la institución lo recuerda una vez más como un pedazo de su historia.
Bottaso, la muralla de hierro
A éstas alturas ya es toda una obviedad el mencionarlo, pero no por eso hay que dejar de hacerlo. Racing Club cuenta en su haber con 118 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Hugo Zamora y Miguel Padula, dos tangueros de la hostia, lo describieron mejor que nadie. El tango “Cortina Metálica” cuenta con detalle quién era el fenomenal Juan Botasso: “¡Arquero lindo!, ni el viento pasa; toda la hinchada tiene en su puño. Vengan ‘balazos’ que es de buen cuño, Sólo los brujos lo vencerán (...) La tribuna entera te saluda… ‘Botasito’, Porque sos el mago de la hinchada. Los domingos sos cortina de negocio que al balazo desafió. Y tenés el alma dura frente al ojo del cañón”. Es que en algunos casos, no hace falta siquiera hablar de fútbol para advertir la categoría de un jugador de otro tiempo. En algunos casos, es suficiente con tan sólo un comentario preciso, con una reseña o con una anécdota para darse cuenta de la importancia de un futbolista. Y este fue sin dudas uno de esos casos.

Bottaso nació el 23 de octubre de 1908 en la ciudad bonaerense de Quilmes. Su debut en Primera sucedió en Argentino de Quilmes en 1927. Después de haber formado parte del plantel nacional que disputó el Mundial de 1930 en Uruguay -atajó en la semifinal y en la final por la lesión de Ángel Bossio-, Racing lo compró para garantizarse calidad debajo de los tres palos. Más allá de que no pudo ganar ningún campeonato local, obtuvo la Copa de Honor Sr. Adrián Beccar Varela en 1932 y la Copa Competencia en 1933. 

Gracias a sus impresionantes actuaciones, recibió de parte del periodista Alfredo Rossi el apodo Cortina Metálica. Los diarios y las revistas de aquel entonces se cansaron de elogiarlo y, con el paso de las temporadas, se transformó en un referente académico. Y justamente en tiempos en que era figura y cuando la figura del fútbol profesional comenzaba a posarse de manera general alrededor del deporte, Bottaso se encargó de dejar en claro su postura con respecto al deporte que amaba y a quienes lo manejaban: “… a mí no me fue bien en el profesionalismo. Paciencia. Yo fui correcto, confié en palabras y me engañaron. Sólo pido a los dirigentes que sean correctos”, dijo además de señalar que por ese entonces su única cuenta pendiente era patear un penal. "A lo mejor lo erro y me toman el pelo, pero si lo llego a acertar me saco un viejo gusto”, comentaba con respecto a una práctica poco habitual para los goleros en aquel entonces pero que dejaba a las claras sus ganas de gritar un tanto con los colores racinguistas. Habrá sido por ese gran cariño hacia el lugar que lo cobijó durante casi una década y por sus soberbias actuaciones que el público lo admiró y lamentó su partida en 1938, porque no fue nada sencillo reemplazarlo. El cierre de su brillante carrera se dio en Tucumán, tras pasar durante algunos partidos por el arco del club que lo habia visto nacer en la profesión. 

Con tan solo 42 años, el 23 de diciembre de 1950, Bottasso falleció de manera prematura en la misma ciudad en la que había nacido a principios del siglo XX. Pero como Racing no olvida a aquellas personas que ayudaron a forjar su historia y su gloria, hoy lo recuerda una vez más en el día en que se cumple un nuevo aniversario de su partida física. Es el único camino posible a seguir para continuar construyendo la memoria de la institución y para seguir homenajeando a aquellos que nos han transformado en el Primer Grande.