Efemérides

Paternóster, otro apellido ilustre

Lunes 06 de Junio de 2022
El Marqués se erigió como uno de los puntales del equipo a finales de la época amateur e inicios del profesionalismo. Gracias a su jerarquía en la última línea no sólo brilló en Racing, sino que también tuvo un paso consagratorio por la Selección Nacional. En este día nuestra institución lo recuerda una vez más con respeto y cariño tan eternos como su figura adentro de la cancha.
Paternóster, otro apellido ilustre
Nuestra historia no empezó ayer y por lo tanto merece ser contada. Para saber quién es uno y hacia dónde va uno es fundamental conocer su propia historia; en especial cuando es tan rica y gloriosa como la de Racing. Y nuestra institución, con 119 años de vida, posee un pasado repleto de gloria, que tuvo a lo largo de tantos años a símbolos que forjaron la identidad colectiva del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias.

Raro es que un zaguero izquierdo llegue a consagrarse como ídolo de un club, más si en el cual se desempeña es un grande. Pero Racing no es un club más y Fernando Paternóster no fue un zaguero izquierdo más. Llegó en 1927 desde Sportivo Boedo y comenzó a destacarse al lado de José Della Torre con un estilo de juego muy personal y que con el correr de los años lo haría figurar como un adelantado en su tiempo en la posición en la que jugaba. Sus acciones apelaban al uso de la habilidad y la astucia pero jamás nunca a la pierna fuerte ni al juego brusco a la hora de marcar a los rivales, por lo que se lo apodó como “El Marqués”. Durante los seis años que estuvo en Avellaneda sólo obtuvo un titulo (la Copa de Honor Sr. Adrián Beccar Varela en 1932) pero su estampa y su presencia en la última línea académica perduraron a pesar de su salida.

De Racing se fue a Colombia, a Medellín, y con 30 años de edad se transformó en uno de los primeros de una gran camada de jugadores que emigraron a aquel país y fueron fundamentales en su crecimiento futbolístico. Como jugador y luego como técnico logró además de coronarse campeón, trasmitir sus enseñanzas y conocimientos en el juego además de capacitarse tanto en la técnica como en la preparación física.

El Marqués también dejó su sello de distinción en la Selección Nacional con la que vivió tristezas y alegrías por igual. Estuvo presente en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928, donde en la final, Argentina cayó frente a Uruguay; al año siguiente tuvo su revancha ya que se consagró campeón del Sudamericano y en 1930 jugó cuatro partidos en el Mundial disputado en Montevideo, donde nuevamente el equipo cayó en la instancia definitoria a manos de los uruguayos.

Paternóster falleció un día como hoy de 1967; un año que a pesar de estar lleno de gloria para la institución, también tuvo sinsabores y momentos de mucha tristeza como el de la partida de esta figura racinguista. Pero como su presencia y su elegancia en el juego quedarán por siempre presentes en la historia del club, en este día lo recordamos de nuevo con un mensaje que resume el sentimiento: gracias eternas, querido Marqués.