Efemérides

Rogelio Domínguez, un ídolo de nuestro arco

Sábado 23 de Julio de 2022
Fue el custodio de los tres palos académicos durante gran parte de la década del 50 y tras consagrarse en nuestro club, se fue al Real Madrid para enaltecer aún más su figura con títulos y un desempeño notable. Su regresó a Avellaneda se produjo años más tarde como entrenador, para terminar de darle forma a su caracter de figura indiscutida dentro de la historia racinguista.
Rogelio Domínguez, un ídolo de nuestro arco
Nuestra historia no empezó ayer y por lo tanto merece ser contada. Para saber quién es uno y hacia dónde va uno es fundamental conocer su propia historia; en especial cuando es tan rica y gloriosa como la de Racing. Y nuestra institución, con 119 años de vida, posee un pasado repleto de gloria, que tuvo a lo largo de tantos años a símbolos que forjaron la identidad colectiva del club, que desataron el amor de multitudes y que le entregaron la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se los recuerda en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias.

Evocar su figura y su recuerdo con el buzo de la Academia puesto implica el hecho solemne de ponerse de pie cada vez que se nombra su apellido. Es que aquellos que hasta el día de hoy mantienen la imagen viva de esas atajadas legendarias en sus retinas no pueden nombrarlo sin estar parados. Y los que disfrutaron de sus vuelos de palo a palo monumentales tensan los músculos de todo el cuerpo y afinan la garganta para referirse a él. No ponerse de pie, no tensar los músculos de todo el cuerpo y no afinar la garganta sería una falta de respeto porque a la jerarquía hay que alabarla. Y Rogelio Antonio Domínguez, nacido en la localidad bonaerense de San Miguel el 9 de marzo de 1931, varias veces campeón en Tercera y en Reserva con la casaca académica, arquero de la Primera de Racing entre 1951 y 1957, es un fiel representante de la estirpe de cracks que brillaron en el Cilindro.

Después de haber sido descubierto por delegados racinguistas en 1947, su metro noventa debutó en el primer equipo en 1951, lo que le permitió formar parte del plantel que se consagró tricampeón durante ese año. Sucesor de otro gigante del arco racinguista como lo fue Antonio Rodríguez, su categoría lo volvió el dueño del puesto desde 1952 y nadie estuvo en condiciones de relegarlo al banco de suplentes. Tan bueno era "El Flaco" que el Real Madrid, comandado en el campo por Alfredo Di Stéfano, posó sus ojos en él y compró por primera vez en su historia a un portero argentino. ¿Que cómo le fue en el Estadio Santiago Bernabeu? Ganó tres ligas españolas, tres Copas de Europa y una Copa Intercontinental. Como si fuera poco, también jugó en la Selección Argentina y obtuvo el Panamericano de 1951 y el Sudamericano de 1957, donde compartió formación con una galería de cracks integrada entre otros por Pedro Dellacha, Juan Carlos Giménez, Oreste Corbatta y Humberto Maschio.

En la Academia, el gran Rogelio disputó 121 partidos. El primero ocurrió el 26 de agosto de 1951, en un empate 1 a 1 frente a Estudiantes; y el último tuvo lugar el 30 de junio de 1957, en una derrota por 2 a 1 contra Newell’s. Pretendido desde hacía rato por el Barcelona, su estadía en el club que lo vio nacer se extendió hasta una madrugada en la que, como él mismo contó en varias entrevistas, el teléfono lo despertó. Del otro lado del tubo, una voz le comunicó que el Real Madrid había puesto el dinero que Racing pedía para dejarlo ir. Regresó recién en 1982 pero ya como técnico y, en 1986, fue otra vez el entrenador del equipo.

Hoy se cumplen dieciocho años de la partida física del gran Rogelio, ocurrida el 23 de julio de 2004 a la edad de 73 años. Pero para todo Racing la figura de Domínguez permanecerá inalterable a través de los tiempos, al igual que el agradecimiento de toda la institución hacia él. No es ni más ni menos que el reconocimiento que se merecen los ídolos por parte del club al que contribuyeron a hacer más grande adentro de la cancha.