El fútbol suele ser uno de los caminos más elegidos por muchos jóvenes para cumplir sus sueños. Sin embargo, son pocos los que logran llegar a la elite de él. Brisa es una de esas chicas tocadas por la varita mágica. Joven y con gran futuro, posee un repertorio que la avala y sueña con crecer cada día más. Conocé su rica historia en esta charla exclusiva con el sitió oficial.

-¿Cómo empezaste a jugar a la pelota? 
-A los 4 años, en Chivilcoy, jugando con mi hermano. Mi tío nos llevaba a jugar en un club del barrio. Cuando fui a ver un partido de los chicos, me vieron jugar y me llamaron para jugar con los varones. Así, de a poco, fui creciendo. Jugué hasta los 11 años ahí.

-¿Dónde ejerciste la profesión después de dejar el club de varones en tu ciudad? 
-Me llamaron para jugar en la filial de All Boys en Mercedes, un pueblo cerca de Chivilcoy. Ahí me terminé de formar como jugadora y pude debutar en AFA. Luego, jugué un año en Vélez de Mercedes, en Primera, y de ahí pase a Luján, donde viví una de las experiencias más grandes de mi vida cuando me dirigió Diego Maradona.

-¿Cómo llegaste a ser dirigida por Diego Maradona? 
-En Luján, yo jugaba con Roció Oliva, la actual mujer de Diego. Entonces él vino un día de sorpresa al vestuario y, primero, nos dio una charla motivacional que me quedó muy marcada porque habló del camino que una tiene que hacerse para llegar a vivir de esto. Y, luego, el técnico le cedió el lugar para que nos dirigiera: me puso unos minutos, hice un gol y, después de eso, Diego me regaló los botines. Los usé hasta que no daban más y ahora los tengo guardados en una mesita, juntó con sus palabras. Son cosas que atesoro mucho. 

-Antes de llegar a Racing, fuiste convocada a la Selección argentina Sub 17. ¿Qué 
sentiste al vestir los colores del conjunto nacional?
-Fue un orgullo muy grande para mi familia y para mí. Desde el momento que pise el predio de Ezeiza, no pare de llorar de la emoción y, sin dudas, fue algo muy fuerte. Tuve la posibilidad de jugar un amistoso ante Estados Unidos y no me lo voy a olvidar más en la vida. Tengo la esperanza de hacer las cosas bien en Racing para volver algún día.

-¿Cómo llegaste a Racing? 
-Me enteré por un amigo de que había pruebas de jugadoras en el club y, sinceramente, no lo dude por que yo estaba sin club. Cuando hice la primera prueba, el técnico me dijo que quería contar conmigo.

-¿Qué significa estar en Racing para vos? 
-Sin dudas, es lo más importante de mi carrera. Estoy en un club enorme que tiene grandes aspiraciones y soy muy feliz de poder cumplir mis sueños acá. Ojala que, después de junio, podamos llevar a Racing a primera. 

-¿Cómo fue empezar a vivir sola en Buenos Aires lejos de la familia? 
-Fue muy complicado. Buenos Aires es una ciudad gigante y yo, que estaba acostumbrada a la vida del pueblo, se me hizo bastante complicado. Y, con respecto a vivir lejos de mi familia, a veces es muy doloroso. Soy muy apegada con ellos y siempre que puedo me doy una escapada hasta allá. 

-¿Cuáles fueron los cambios que notaste en tu juego desde que llegaste al club? 
-Cambié muchísimo en la manera de ver el deporte. Ahora me lo tomo con más profesionalismo que antes y eso implica mayor responsabilidad. En cuanto al juego, hice un cambio radical porque yo jugaba de ocho hasta que el técnico decidió ponerme a jugar de nueve.

-¿Te costó cambiar drásticamente de posición? 
-Lo asimilé bastante rápido. Siempre fui de querer hacer muchos goles. A pesar de ser chiquita,  me las rebusco bastante. Seguramente el técnico vio algunas condiciones en mí y por eso me colocó de delantera. Yo trato de cumplirle con goles. 


Este fin de semana es el clásico de Avellaneda y Brisa y sus compañeras ya están mentalizadas con el encuentro. La delantera de la Academia tiene un grato recuerdo del último partido disputado entre los clubes de Avellaneda, ya que consiguió marcar un gol sobre la hora en el Cilindro.


-¿Cómo se prepara la semana previa al clásico?
No te entrenás de la misma forma. Contás los días para que llegue el momento de salir a la cancha. 

-¿Cómo se juegan está clase de partidos?
-A todo o nada. No sirve empatar. Tenés que salir a ganar como sea. Tenemos que revertir la imagen que dejamos en la cancha de ellos. Confió plenamente en mis compañeras y no tengo dudas de que vamos a salir a ganar. 

-¿Que Independiente llegue puntero es un condimento más para el domingo?
-Creo que sí, aunque nosotras nos fijamos en lo que hacemos nosotras como equipo. Es lindo que ellas lleguen bien. Nos da una motivación extra.

-¿Dónde queda guardado para vos aquel 25 de noviembre del 2017? 
-En lo más profundo de mi corazón. Fue el día más feliz de mi vida: hacerle un gol a Independiente sobre la hora y con estadio lleno fue único. Se me ponen los ojos llorosos de solo recordarlo.