Que el fútbol les pertenece tanto a las mujeres como a los hombres por igual ya es una realidad. El paradigma histórico que se había planteado desde los inicios mismos del deporte en nuestro país ha cambiado en la actualidad y lo sigue haciendo día a día, mientras se trabaja en pos de una nueva construcción que abarque una perspectiva igualitaria tanto desde la cuestión de gérero como desde acceso hacia el mundo de la pelota, ya sea como una herramienta de trabajo con igualdad de derechos y de oportunidades, o sólo como una ventana de acceso al maravilloso disfrute que genera el poder patear una pelota o festejar un gol.

Mientras las integrantes de la Selección Argentina se destacan en la Copa del Mundo de Francia y las jugadoras de nuestro país siguen trabajando en pos de la mejora generalizada en el deporte luego de la oficialización de su profesionalización, hay otras realidades que se encaran desde distintas perspectivas para intentar que el género femenino se sienta cada vez más cerca de algo que nunca debió tener lejos de su alcance. Y Racing no podía ni quería quedar afuera de esta realidad que intenta acercar lo social a lo deportivo, con el único propósito de que las mujeres también puedan sentir ese gozo indescriptible de sentirse plenas adentro de una cancha de fútbol.

En este caso y de manera conjunta con la Filial Lautaro Martínez de Esteban Echeverría y representantes de fútbol femenino del municipio, la Academia pudo contribuir en la tarea de acercarle el deporte a las mujeres que cuentan con el mismo derecho que el resto de poder acceder a la pelota, pero que no siempre tienen las medios sociales como para poder formar parte de este maravilloso mundo. Y en esta ocasión las distancias se redujeron. Estefanía Piazza, una de las figuras del equipo de Racing, junto a Antonio Spinelli, entrenador de las académicas, llevaron adelante una clínica de fútbol para más de 300 chicas que se dieron cita en la Sociedad de Fomento del Zaizar. Una manera más de acercarle a el deporte a las que más la necesitan y que lo merecen de la misma manera que el resto de la sociedad. Ni más ni menos.