Decir que probarse es un derecho tiene sentido sólo si se afirma que jugar es un derecho. Y decir que jugar es un derecho tiene sentido sólo si se dimensiona lo que les costó –y les sigue costando- a las mujeres ganarse un lugar en el mundo del fútbol. Por eso fue histórico lo que sucedió durante la tarde del martes en el Predio Tita Mattiussi: más de 50 chicas se acercaron con la intención de volverse jugadoras de Racing. 

Lo que estaba pautado para el lunes se postergó debido a la lluvia pero el cambio de día no implicó una merma en la cantidad de participantes. Madres, padres, tíos y vecinos acompañaron los sueños de quienes se calzaron los botines para desplegar la pasión que les conmueve el corazón. Se sentaron en la tribuna, sacaron fotos y trataron de contener la ansiedad. Una nena de no más de 10 años, guantes en mano, mostró su voluntad de volar de palo a palo ante la mirada atenta de Eugenia Nardone y de Estefanía Piazza, las responsables de observar a las más chiquitas.

Con Antonio Spinelli a la cabeza, las más grandes se midieron ante la Reserva de la Academia. Hubo jugadoras que llegaron incluso desde Villa Regina, Río Negro, persiguiendo el deseo de que el Tita Mattiussi se les volviera un segundo hogar. No faltó quien advirtiera que, aunque todavía haya gente que reniegue, hay ciertas lógicas del fútbol que están modificándose a pasos acelerados. Gabriel Arias, el arquero del conjunto masculino, fue testigo de una jornada cuya masividad sorprendió a propios y a extraños.

Las pruebas continuarán hasta el final de marzo. Serán todos los lunes a las 17.30. Podrán participar quienes hayan nacido entre 2001 y 2012. Es obligatorio concurrir con ropa de juego y con un apto médico. 

Fotos: Paola Lara.