Luciana Bacci dio el puntapié inicial, con más relevancia que si le hubiese correspondido poner en juego la pelota allá por la segunda mitad de 2019, cuando, en su nueva etapa como jugadora de Racing, empezó la etapa semiprofesional del fútbol femenino en la AFA. La lateral-volante por derecha, en el primer sábado de abril de 2019, puso primera como becaria de los cursos que el Departamento de Fútbol Femenino lanzó en el marco de un proyecto global que consiste en promover la continuidad en la formación académica, con un amplio abanico de posibilidades, instancias y niveles, para las jugadoras de la institución. Y la rosarina Bacci, una defensora que admite su ausencia de “temor a raspar” y que se ha adaptado a la perfección al esquema de tres defensoras y carrileras que Antonio Spinelli dispuso antes de fin 2019 porque “tengo capacidad física para sostener el ritmo que implica ese dibujo”, arrancó de inmediato con un curso de fotoperiodismo que La Vaca, una cooperativa de comunicación especializada en la formación profesional aplicable a diversos formatos (https://www.lavaca.org/. Twitter: @lavacatuitera. IG: @mu.lavaca), comenzó a dictar a distancia.

Ex estudiante de la carrera dKinesiología, avanzada en la de Turismo y con experiencia laboral en ese rubro, Bacci tiene inquietudes múltiples. Y en esa búsqueda, siempre supo que “comunicar es algo que me gusta mucho. Después de haber dado vueltas y vueltas por materias afines, me di cuenta de que me gusta la imagen y la fotografía como elemento de comunicación. Aún no tengo cámara profesional o algo que se le acerque. Por ahora me arreglo con el celular. Manejo elementos de la comunicación digital, así que cuento con una base”, señala y en el lente aparece Gabriel Arias, arquero titular del plantel masculino que también tiene predilección por la fotografía. “Gaby se anima con la cámara de la gente de Prensa del club. Yo, por ahora, sigo con mi celular, que reconozco debo cambiar. Pero ya me va a llegar el tiempo de la cámara”, se entusiasma.

La reflexión rige cuando debe hablar del proceso que atraviesa el fútbol femenino en general y de cómo se verifica particularmente en Racing. “Estamos en el curso de un cambio que nos permite mayor visibilización, con una exposición en los medios que abordan la cobertura de nuestra actividad de una manera diferente. Sin dudas que conseguimos muchas cosas porque mostramos que se puede tener un fútbol inclusivo, porque nosotras asumimos una conducta profesional y porque hay un derrame hacia escuelas formativas para chicas que quieren jugar y aprender. Por supuesto que son pasos en un camino largo en el que procuramos que la igualdad de género se vea en la cantidad y calidad de herramientas para la formación de las chicas y la posibilidad de acceso a los clubes”, apunta antes de pasar a la mirada específica: “En Racing somos privilegiadas porque lo firmado se cumple en sueldos y premios, porque la dirigencia, más allá de algunos detalles puntuales, se ha manejado de la mejor manera, con transparencia, y nos ha dado respuestas que nos ayudan a mejorar y crecer. Y sabemos que esto no sucede en muchos clubes de Primera en el fútbol femenino. De hecho, esta posibilidad de becas para estudios superiores tiene mucha importancia porque excede lo futbolístico: valora lo humano”.

Suena a música el testimonio de Luciana, que también entiende bastante del asunto. Percusionista con predilección por la batería, miembro de bandas y con preferencias que van del punk al rock indie, en su cuenta de Instagram se pudo ver, guitarra en manos, que, así como ocurre en la franja derecha de la cancha, con Pepi Piazza toca la misma cuerda. “Es impresionante el nivel que tiene”, asegura de la volante, capaz de punteos en estilo Django Reinhardt. Armonía pura, así andan las futbolistas de Racing…