El momento particular que se vive en el mundo y en particular en nuestro país sirve para repensar muchas cosas con respecto al presente inmediato y también con respecto al futuro que se vendrá, una vez que el mal del coronavirus comience a ser solo un recuerdo para la sociedad. Tanto en lo colectivo como en lo individual, el factor de la preparación será más que importante a la hora de poder adaptarse a un contexto que será, por lo menos, incierto y que requerirá de acciones ancladas en el hoy, pero que permitan despertar una perspectiva de proyección en el mañana. Es por eso que desde Racing Club se sigue apelando a que sus deportistas puedan contar con las herramientas necesarias para poder enfrentarse a nuevas inquietudes y desafíos del mejor modo posible. Tras una nueva gestión del Departamento de Fútbol Femenino del club, en este caso en convenio con la UCES, tanto Florencia Romero como Eugenia Nardone empezaron esta semana con el curso de la Diplomatura en Administración y Gestión de Entidades deportivas.

Sembrar hoy para cosechar mañana los frutos que el saber ofrece a la hora de la formación humana. Es que estudiar nunca está de más. Y más allá de que estas afirmaciones puedan estar cargadas de una aparente trivialidad, no por eso dejan de ser ciertas. Las jugadoras de La Academia lo saben y se encargan de remarcarlo. “Pienso en capacitarme para poder estar ligada al deporte desde otro lugar. Hoy me une mi rol de futbolista, pero el día de mañana quizás me agradaría estar en un lugar que tenga que ver con el club visto desde más adentro. A mí me gusta mucho el tema de la gestión y de la administración. Y También me parece que faltan muchas mujeres en cargos de este estilo, pero al mismo tiempo creo que hay mucha capacidad femenina para poder ocuparlos. El tema es capacitarse para poder estar ahí”, dice Romero con la misma firmeza en el tono de su voz que se le suele escuchar adentro de la cancha. La capitana del equipo deja a entrever que hay intereses por fuera de una cancha que le resultan tan emocionantes como un grito de gol. Y Nardone no la contradice en lo más mínimo con sus dichos. “A esta diplomatura la tomo como una gran oportunidad para crecer. Es una gran chance de seguir aprendiendo cosas y de adquirir conceptos con respecto a todo lo que refiere a este mundo deportivo que ya integro. De esta forma voy a ir entendiéndolo cada día más desde el lado organizacional y dirigencial, más allá del futbolístico. Creo que cuanto más informada se está y más se sabe de un tema, más fácil se hace el día a día dentro de un ámbito determinado. Por eso es que a pesar de mi edad joven me intereso tanto por ir explorando el mundo deportivo y del fútbol, en especial, todo el tiempo”, afirma la férrea defensora del equipo con una seguridad propia de alguien que tiene las cosas claras. Y como en este tipo de aventuras que se emprenden en la vida, presente y futuro forman parte de una mixtura más que particular, no resulta raro que esta idea se traslade a las palabras de la rosarina: “El día de mañana me voy a encontrar con que me puedo manejar en distintos ámbitos y eso me pone muy contenta; tanto por mí como por el resto de mis compañeras”.

La cursada universitaria se ofrece de manera virtual, dadas las circunstancias habituales, pero eso no le quita ni un ápice de emoción ni de expectativas para el dueto de mujeres que representan al equipo dentro de esta carrera que dicta la UCES. Y si bien el camino de 24 encuentros a razón de dos horas semanales recién acaba de comenzar para ellas, las sensaciones tras la primera participación no dejan lugar a dudas: la elección de estudiar fue acertada para ambas. Por eso mientras que Romero hace referencia a lo cómoda que se sintió y a lo mucho que le gustó ese acercamiento inicial, Nardone destaca que “al igual que en otros cursos que ya he hecho, en este caso tuve buenas sensaciones. Quiero intentar ser como una especie de esponja, para sacarme todas las dudas y también para absorber muchas cosas nuevas que aún no he escuchado en detalle, pero que me llaman la atención”.

Las capacidades personales no suelen tomarse como distinciones individuales dentro de un equipo de trabajo (sea cual sea), sino como atributos grupales que sirven para potenciar las destrezas de cada uno de sus integrantes. Es por eso que las dos futbolistas tienen bien en claro que el camino iniciado por la institución en pos de la capacitación académica de sus deportistas es un beneficio generalizado, cuya preponderancia no recae sólo en quienes se preparan, sino que le permite al colectivo contar con la posibilidad permanente del ingreso a nuevos horizontes por las puertas del saber. “Le doy muchísimo valor a esto y le estoy eternamente agradecida al club, que me da esta oportunidad de estudiar al igual que al resto de mis compañeras y que insiste en que nos formemos. Es importante saber que la institución nos apoya en esto y se preocupa por nuestro futuro. Es algo muy reconfortante”, menciona la rosarina integrante de la última zaga racinguista con una satisfacción que suena verdadera por donde se la escuche. Y la líder histórica del plantel cierra el círculo al destacar que desde el fútbol y con la formación como principal aliada, se puede llegar a hacer historia en Racing tanto de un lado como del otro de la línea de cal. Y usa un ejemplo que no deja margen para las dudas: “Me parece muy importante y esencial. Esta posibilidad no es solo el tener acceso a poder estudiar, con todo lo que eso significa, sino que significa tener acceso el día de mañana a la chance de cumplir alguna otra función relativa a esto adentro del club. Así como en su momento lo hizo Diego Milito desde su lugar”.