"Se me rompió el celu y tengo otro que me anda mal, pero más allá de que todo eso me complica justo en este contexto, me las arreglo", confiesa entre risas Marcos Ferreyra en el inicio de la charla. Y si esa frase futbolera que reza "se juega como se vive" es cierta, el arquerito de la Primera de Futsal AFA del club demuestra desde su casa, como lo suele hacer en la cancha como un sello distintivo, que siempre tiene un recurso a mano para evitar los goles en contra. Aun en las situaciones más adversas, Ferreyra suele mirar la mitad del vaso medio lleno, como una forma de motivarse y de mirar con optimismo lo que tiene por delante. Por eso ante este nuevo panorama tanto nacional como mundial del COVID-19, que ha modificado la vida de las personas, el arquerito académico de 19 años entrega una mirada personal y madura tanto desde el sentimiento como también desde la acción. Porque para él quedarse quieto no es una opción válida. Hay que seguir adelante más allá del rival que se plante enfrente. Se juega como se vive. Se vive como se juega.  
 
-¿Cómo estás viviendo está cuarentena con respecto a tu familia y a tus afectos?

- La estoy llevando bastante bien, viviendo con mi papá y mi mamá. Hacemos tareas de la casa, tratamos de pintar y de hacer otras cosas, más allá de los quehaceres diarios. En mi caso además, como soy entrenador de varios grupos de arqueros, me toca planificar las distintas rutinas. Y más allá de que es complicada la situación general al no poder estar cerca de los afectos y de tener contacto directo con las personas que uno más quiere, tengo a mis viejos conmigo. Además, sigo en contacto con la gente más cercana; tanto con mis conocidos, mis amigos y con mi novia.

-Desde el plano de tu vida cotidiana y deportiva, ¿cómo la reconfiguraste a diario desde que empezó la pandemia?

-Ese fue un un punto difícil ya que yo vivía prácticamente fuera de mi casa con respecto a mi actividad. Me iba a eso de las 16 y no regresaba hasta que terminaba con el entrenamiento en el club a las 23. Traté de reconfigurar todo en base a lo físico para no perder cosas básicas del entrenamiento, junto a una mentalidad positiva que me permita entender que pronto esta situación va a pasar y que podremos volver a Racing para tener entrenamientos normales y volver a competir, que es lo que más anhelamos.

-¿Qué actividades estás realizando para mantenerte activo desde los distintos aspectos que hay que tener en cuenta en este periodo de aislamiento social?

-Como lo dije hace un rato, los quehaceres domésticos ayudan mucho, así como otras tareas que quizás en el día a día no se tomaban como prioridad por la falta de tiempo y en esta actualidad se pueden ir haciendo. En mi caso puntual, les di una mano a mis papás con la renovación de varios aspectos de la casa. Me tocó pintar algunos ambientes, así como el remodelar algunas otras cosas. Pero además de los momentos de trabajo, los de ocio también son importantes para intentar relajar y distraer la cabeza. Por eso juego mucho con mi perra, organizo las rutinas para los grupos que dirijo desde el trabajo digital, me entreno para estar bien y no perder estado, y toco la guitarra también, como ejemplo de que se puede aprovechar el tiempo en distintos ámbitos.

-¿Cómo vive el plantel de Primera está situación desde lo deportivo y desde lo humano? ¿Estás en contacto con tus compañeros de equipo para hacer de soporte o que ellos también te sirvan de soporte a vos?

-Con los chicos la llevamos bastante bien. La mayoría de los entrenamientos los hacemos mediante sesiones de videollamada. Nos entrenamos de lunes a sábado. De esos seis días hay cinco en que lo hacemos cada uno desde su casa, pero unidos en un grupo con la aplicación Zoom, mientras que en el restante hacemos lo mismo, pero con la participación también del preparador físico y del cuerpo técnico. Estamos bastante en contacto y nos vemos todos de esa manera. Hay días en los que no sólo nos ejercitamos, sino que también charlamos para ver cómo está cada uno y cuál es la situación en cada hogar. Cuando es necesario colaboramos entre todos para que alguno pueda sobrellevar el momento, si es que hay alguna carencia económica o de algún otro tipo. Tratamos de ayudarnos como grupo y de que a nadie le falte nada, dentro de las posibilidades con las que contamos todos. Y la verdad es que la empatía que hay adentro de este grupo humano sobresale y eso es muy importante para conseguir grandes cosas. Tenemos un gran plantel. Pudimos ganar el primer partido del torneo antes de que se detuviera toda la actividad y sabemos que estamos para muchísimo más. Las ganas de volver a competir sobran y eso lo palpamos cada vez que nos toca vernos, aunque sea de este modo durante la cuarentena. 

-¿Cómo adaptás también el trabajo de las arqueras del primer equipo a este contexto?

-Se fue modificando sobre la marcha; como nos pasó un poco con todo en la vida diaria a medida que la cuarentena se fue extendiendo en las distintas etapas. Cuando al principio sólo eran unas semanas, la planificación para ellas la armó el profe. Pero cuando se fue extendiendo todo empecé a planificar un entrenamiento específico para ellas, de modo que no perdieran ritmo de trabajo en cuanto a las tareas técnicas que son específicas del puesto y además, les fuera posible realizarlo también desde sus casas. Y desde hace dos semanas empezamos a complementar esa actividad con los entrenamientos vía Zoom, para poder profundizar y variar en algunos ejercicios que sirven para aspectos puntuales. De este modo las chicas están efectuando tareas de velocidad de reacción, de resistencia, de fuerza y también de neurociencia, para poder retomar de a poco las acciones que realizábamos hasta hace poco en el Predio Tita Mattiussi. De esta manera cuando les toque regresar al entorno normal de los entrenamientos, seguramente van a estar un paso por delante de muchos equipos. Además, la predisposición de ellas desde el principio está siendo muy buena desde el principio. Como siempre lo digo: trabajar con buenas personas hace que todo sea muchísimo más llevadero. Así que estamos convencidos de que vamos lograr grandes cosas.

-Durante esta etapa de cuarentena formaste parte de algunas experiencias en vivo por las redes junto a los socios, dentro de la cuenta de deportes del club. ¿Qué podés contar al respecto? ¿Fue raro hacerlas a través de una cámara y de una pantalla?

- La verdad es que están resultando muy bien. Es una iniciativa muy linda y muy buena para todos los deportes y las disciplinas del club. Desde mi experiencia me gustaron mucho, pero también me resultaron difíciles al principio. Uno se acostumbra a mirar a la cara a los alumnos, que en mi caso son los nenes de las categorías pequeñas en el futsal y las arqueras del fútbol profesional, por lo que hacerlo a través de una pantalla o de un celular fue complicado. Pero es algo que se hace de manera muy llevadera. La verdad, es una gran iniciativa y ojalá que podamos seguir contando con el club para que esto se siga difundiendo entre el socio y el público de Racing en general; además de que permita que se siga sumando cada vez más gente a las actividades que se hacen en vivo, que son muchas y muy variadas.

- ¿Desde qué lugar extrañás más a Racing en estos días en que todos estamos lejos del club?

-La realidad es que lo extraño. Es mi segunda casa. Y pasar del hecho de estar mucho tiempo ahí a no estarlo ni por un segundo, casi de golpe desde que arrancó esto, se hace complicado. Lo que más extraño es el día a día; el hecho de compartir un vestuario junto a mis compañeros. Y también se extraña a la gente. El hincha de Racing siente y tiene una pasión distinta a las demás. No soy hincha de nacimiento, pero el vestir esta camiseta desde hace tanto, a pesar de lo joven que soy, me ha hecho tomarle un cariño gigante al club. Es la verdad. Y cuando voy por las calles de Avellaneda, por ejemplo por la Avenida Mitre, y me cruzo con algún hincha que me grita: “Aguante Racing” o me reconoce del equipo, me saluda o nos quedamos hablando, hace que se genere una interacción con alguien que no conocés, pero que siente lo mismo que vos. Y el poder vivir eso para mí es increíble. Es sin dudas el sentir una pasión de manera diferente.

- ¿Qué pensás qué vamos a sacar como experiencia tras el final de esta pandemia? ¿Nos va a quedar alguna enseñanza a nivel individual y colectivo?

 -Creo que todo esto que estamos viviendo desde que se expandió el coronavirus nos va a dejar un aprendizaje, que será valorar cada detalle que nos regale la vida; cada situación, sea alegre o triste. Esto nos va a ayudar muchísimo y nos va a hacer valorar más cada momento que vivamos desde lo individual y también desde lo grupal. Por ejemplo, yo me arrepiento de no haber gritado o festejado mucho más el gol que le hice a Camioneros, justo antes del arranque de la pandemia, en el partido que ganamos por 4 a 3 por el arranque del torneo. Y también me arrepiento de no haberlo festejado muchísimo más con el grupo y de no haberle dado un abrazo gigante a cada uno de mis compañeros después de esa victoria, más allá de que obviamente lo celebramos al triunfo. Por eso creo que esta situación nos va a ayudar a ser mejores personas, a valorar cada detalle de la vida y a cuidarnos más tanto a nosotros como al medioambiente, que gracias a Dios se está recomponiendo un poco después de tanto mal que se le hizo. Poder cuidarnos y poder cuidar al de al lado. Ya lo estamos aprendiendo y lo seguiremos haciendo.