Con la emoción anudándole la garganta, Fernando Parenti levantó la vista, enfocó a los cientos de chicos que lo escuchaban desde el más profundo de los respetos y soltó una frase que se grabó en los oídos de todos: “La cancha de la vida es mucho más grande que la cancha del fútbol”. A su lado estaba Juan Carlos Rulli, otra de las glorias del Equipo de José, moviendo la cabeza de arriba hacia abajo como para avalar a las palabras de su compañero y amigo. Los dos estuvieron durante la mañana del lunes en el Predio Tita Mattiussi brindando una charla para los jugadores juveniles de la Academia y fueron agasajados en una actividad que contó con la participación de los principales referentes del proyecto futbolístico.

Rulli, notable mediocampista que brilló alrededor del círculo central, contó que hizo su carrera profesional mientras estudiaba odontología y se ocupó de remarcar que, más allá del talento de cada uno, lo que marca la diferencia es la entrega en cada entrenamiento y en cada partido. “Perdonen que lo repita tanto pero pienso así: la actitud es innegociable”, enfatizó delante de las seis categorías. Parenti agregó es fundamental escuchar a quienes ofician de entrenadores para aprender en cada mensaje. Al momento de las preguntas, los chicos se soltaron y dieron paso a la curiosidad: consultaron sobre la hinchada de Racing, sobre las finales de la Libertadores de 1967 y sobre cómo encarar el futuro una vez que se termina la estadía en la alta competencia.

Antes del final, Miguel Gomis y Fernando Quiroz, los responsables técnicos de este proceso, les entregaron un diploma y un banderín del Predio Tita Mattiussi. La despedida, entre saludos y abrazos, fue con un canto que, a esta altura, ya forma parte de lo mejor de nuestra historia: “Y ya lo ve, y ya lo ve, es el Equipo de José”.