Juveniles

Con presente y futuro

Lunes 14 de Noviembre de 2022
Las Divisiones Inferiores finalizaron otra temporada de actividad en la que volvió a destacarse la presencia de muchos de nuestros pibes dentro de la estructura de la Primera División, como pináculo apoyado en actuaciones sobresalientes dentro de sus respectivas categorías. El fútbol académico volvió a demostrar su carácter de usina generadora de jóvenes talentos.
Con presente y futuro
Competir a conciencia de manera permanente, con la energía orientada en el presente y la cabeza puesta en el futuro a la hora de apuntar siempre a la autosuperación constante como norte. Sin rendirse ni desisitir en los momentos adversos y sabiendo sobrellevar con responsabilidad el peso de la victoria en los ratos favorables, para continuar por el camino sin desviarse del objetivo central al que se apunta. Ese es el modelo que Racing trabaja por replicar y mejorar año a año dentro de su estructura a nivel general. Y el plano deportivo no es una excepción dentro de esta regla general, que tuvo una vez más el desarrollo del fútbol juvenil como uno de sus puntales en los que se apoyó el proyecto futbolístico a gran escala de la institución. Lo hecho desde el plano formativo por parte del club trascendió una vez más los límites formales impuestos tan sólo por la competición de turno en la que se participó. De hecho, ese no fue el factor preponderante. Una vez más el eje sobre el cual giró la pelota se apoyó en el proyecto formativo y en la capacidad racinguista de ser considerada como una cuna de talentos juveniles con brillo propio y proyección en el plano nacional al más alto nivel competitivo, como también en la elite internacional dentro de las principales ligas del mundo.

Sin dudas el sello distintivo de la estructura del fútbol juvenil académico a lo largo de este 2022 volvió a apoyarse en la capacidad de generar talentos a la altura de la máxima exigencia deportiva que siempre representa y requiere el escudo de Racing Club. De esta forma y a lo largo de toda la temporada deportiva que tuvo a la Academia como el equipo que más puntos sumó en la tabla general y como el que se quedó con el Trofeo de Campeones ante Boca Juniors, el entrenador Fernando Gago pudo apoyarse siempre que lo consideró necesario en una estructura futbolística que a nivel formativo supo abastecer a la Primera División según las necesidades que cada momento particular de la competencia requería. Y el técnico no dudó a la hora de utilizar el potencial disponible en las categorías menores con los objetivos misiones de abastecer y de potenciar tanto el juego colectivo como a cada uno de los jugadores participantes. Así aparecieron con distinto nivel de preponderancia pero con igual grado de compromiso y seriedad para con la causa común dentro del grupo las presencias de Maico Quiroz (mediocampista; categoría 2001), Fernando Prado (defensor; 2001), Román Fernández (delantero; 2005), Nicolás Meaurio (delantero; 2003), Agustín Ojeda (mediocampista; 2004), Daniel Juárez (arquero; 2001), Patricio Tanda (mediocampista; 2002), Elías Machuca (defensor; 2003), Baltasar Rodríguez (mediocampista; 2003), Emiliano Saliadarre (delantero; 2002) y de Catriel Cabellos (mediocampista; 2004). Todo un logro apoyado una vez más en una gestión sostenida sobre cimientos firmes y que apuntó a lo más alto como Racing lo requería.

Pero si la mirada se posa sobre las partes más bajas de la pirámide que se hayan debejo de la cúspide, también en aquellos sitios la Academia encontrará motivos para entender que el trabajo llevado a cabo a lo largo del año dentro del fútbol juvenil merece ser reconocido, no sólo por lo conseguido en el presente 2022 sino por todo aquellos a lo que se apunta a seguir potenciando y construyendo de cara a lo que se viene. De esta manera, el andar del club a lo largo del campeonato de la Liga Profesional de Fútbol que finalizó el último fin de semana entregó aristas cuyo análisis puede trascender a lo específico que entrega el hecho de la observación de los números.  

Dentro de un esquema de competencia general que modificó su sistema de competencia antes del arranque de la temporada y pasó a ponderar de manera individual lo hecho por cada una de las seis categorías en cada torneo sin darle tanta importancia a la tabla general, Racing finalizó con un desempeño ponderable en ambos planos. Desde lo colectivo en la sumatoria de lo hecho en conjunto llegó a los 266 puntos conseguidos a lo largo de 162 partidos jugados a lo largo del certamen, que desde este aspecto tuvo en el lugar más destacado la actuación de Boca, que sumó 359 unidades. Y el andar de las divisiones de forma autónoma entregó motivos para apaludir lo hecho en la actualidad y sonreír de manera esperanzadora al pensar en lo que se viene. Tanto la Cuarta División (55 unidades) como la Séptima (59) cerraron la competencia subidas al podio de las mejores, con campañas que las tuvieron como animadoras de cada torneo hasta las fechas finales. En este sentido también fue destacado lo hecho por la Quinta (47), que durante gran parte del certamen se mantuvo entre las primeras posiciones, al igual que los rendimientos generales de la Sexta (39), la Octava (33) y la Novena (33).        

A poco de que el año llegue a su fin resulta imprescindible hacer una retrospectiva sobre lo que el fútbol que Racing promueve desde sus Divisiones Inferiores cada temporada. No sólo para destacar lo hecho por cada una de las partes integrantes de una estructura de trabajo tan silenciosa como eficiente, sino para valorar el andar de cada uno de los pibes que se han puesto la casaca blanca y celeste en cada partido. Sin dudas, lo realizado simboliza una manera atinada de apoyarse en el presente y de proyectar un futuro que se construye sin pausa día a día, no sólo desde la formación de deportistas sino principalmente de personas.

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