Racing está ahí. Es protagonista, se ubica donde se lo propuso y sigue construyendo futuro sólido. Y Antonio Spinelli es uno de los principales responsables del momento que está atravesando la actividad. No hay casualidades y sí un proyecto sólido: el primer equipo cerró el año en el quinto lugar; la Reserva es uno de los líderes del torneo; y la Sub 16 se consagró en el certamen nacional y se ganó la chance de representar al país en el próximo campeonato sudamericano. De todo eso habló el entrenador con el sitio oficial en un momento de reflexiones y de balances. 

-¿Quedaste conforme con el rendimiento del equipo en este comienzo de torneo?
-El balance es muy bueno. Terminamos el 2019 de la mejor manera. Fuimos de menor a mayor. Empezamos con algunas dudas, lógicas para una etapa de transición entre el amateurismo y el semiprofesionalismo. Vinieron muchas jugadoras nuevas, elegidas minuciosamente y desde clubes importantes, que demoraron lo esperable en adaptarse. Sabíamos que íbamos a elevar la vara y, una vez que encontramos el equipo, todo se encaminó. El punto de inflexión fue la derrota con Rosario Central. Ahí hicimos un cambio que nos permitió cerrar el año en el quinto puesto.

-¿Cuál es el estilo de juego de Racing?
-El mismo que venimos desarrollando desde el verano de 2017. El contenido no varía según el sistema táctico porque los patrones de juego se mantienen. Tampoco cambiamos según los resultados porque la idea está firme. El equipo consiguió en las últimas fechas eso que buscamos desde la pretemporada: ser ofensivo, ser agresivo, elaborar desde la pelota e imponerle condiciones al rival. Los números nos están dando la razón por suerte.

-¿Qué le falta mejorar al equipo de cara a lo que viene?
-Tenemos que crecer pero sabemos por dónde vamos. El equipo tiene que profundizar la idea de juego y limar detalles. Soy de buscar la perfección que no existe. El fútbol está repleto de imperfecciones y eso es parte del atractivo del juego. Los entrenadores siempre vamos a perder la carrera contra el azar. Creo que tenemos que intentar más tiempo el ritmo de juego y no bajar la tensión cuando no nos salen las cosas. Si no trabajamos al 100 por ciento, no vamos a poder meternos en el lote de los cuatro mejores. Y eso es lo que nos propusimos para el 2020.

-¿Qué tan importante fue el título de la Sub 16 en el torneo nacional?
-Es un sueño hecho realidad. Cuando comenzamos con el fútbol femenino, si bien nos propusimos armar un buen primer equipo para ascender, nos planteamos como objetivo central transformarnos en un club formador de futbolistas y de entrenadoras. Sólo dos años después, conseguimos coronarnos como el mejor equipo de la Argentina y representar al país en un certamen internacional –se disputará en febrero-. Es la coronación de un trabajo invisible del día a día que suele pasar desapercibido. Es un gran motivo de orgullo. Queremos armar una escuela de fútbol femenino y esto hace que se visibilice un proyecto que al principio parecía descabellado. 

-¿Cómo explicás que la Reserva haya arrancado el campeonato con tres triunfos consecutivos?
-Viene ligado al proceso de la Sub 16. Son proyectos conectados. Buscamos respetar una misma idea de juego en todas las categorías. La propuesta del primer equipo se replica en Reserva, en Sub 16, en Sub 14 y en Sub 12. Lo más importante que tiene Racing hoy es eso. Estoy convencido de que este grupo de jugadoras le va a dar al club muchas alegrías cuando llegue a Primera. 

-¿O sea que Racing puede estar tranquilo de cara al futuro?
-No tengo dudas. Siempre nos propusimos ser una referencia en el fútbol femenino y de a poco lo vamos logrando. Queremos que cualquier jugadora que venga sepa dónde llega. Somos un club al que le importa tanto la calidad futbolística como la calidad humana. Tratamos de hacer un acompañamiento de la persona en un sentido integral: en las comidas, en las redes sociales, en cada entrenamiento. Estoy seguro de que hoy tenemos todas las herramientas como para seguir construyendo un proyecto sólido.