Fútbol Masculino

Crecer a base de goles

Miércoles 19 de Abril de 2017
Racing mostró su faceta más contundente y le ganó merecidamente a Tigre por 4 a 1 en el Cilindro. Bou, en dos ocasiones, y Martínez convirtieron los tantos. González había anotado antes de que el encuentro se suspendiera por lluvia.
Crecer a base de goles
Convencido de pelear mientras existan posibilidades, la Academia dio un paso más en su cancha y venció a Tigre por 4 a 1 con absoluta justicia. El encuentro se reanudó luego de que fuera postergado por lluvia hace 11 días y concluyó con una nueva exhibición de efectividad celeste y blanca. Letal de mitad hacia adelante, Racing se llevó puesto a un rival complicado y achicó a ocho la distancia que lo separa de Boca.

Entre las cientos de fórmulas inventadas para arrimase al triunfo, Racing eligió concentrar el juego en el espacio que va desde la espalda del cinco rival hasta donde se ubican los centrales contrarios. Lautaro Martínez y Gustavo Bou fueron y vinieron alrededor de esa zona para intentar recibir con los metros suficientes de libertad como para sorprender a la última línea de la visita. La receta ya había dado rédito ante Sarmiento –por ahí vino el primer tanto de Martínez- y volvió a rendir frutos en la tarde del miércoles. Bou aprovechó a los 16 una buena maniobra de su compañero de ataque y, a la carrera, definió de derecha contra el ángulo superior izquierdo de un arquero que nada pudo hacer para impedir el grito de la multitud. Hasta el descanso, poco más ocurrió porque al conjunto de Facundo Sava le faltó profundidad para generar peligro y al equipo de Diego Cocca, elaboración para dominar el desarrollo.

Como Bou ya había convertido, le llegó el turno a Martínez. Con el olfato a flor de piel, el juvenil apareció a los 16 para marcar con un cabezazo de pique al suelo a la salida de un córner. Con la ventaja a su favor, la Academia se acomodó en el terreno y ya no sufrió. Luciano Aued aportó criterio táctico en el círculo central y los demás buscaron lastimar desde el desequilibrio individual. Maximiliano Cuadra, que ingresó por Martínez, construyó una gran maniobra que terminó con una infracción dentro del área de Nelson Ibáñez. Y Bou, con un gesto técnico sensacional, anotó el cuarto para sentenciar definitivamente la historia.

Todavía queda, todavía hay margen para dar batalla, todavía está abierta la ventana para soñar. Desde los goles, siempre es más sencillo ilusionarse.

Fotos: Paola Lara/Juan Carlos Baldovino.

Notas relacionadas

Se abrió el arco

Fútbol Masculino