Mira. Y mira. Y, después de mirar, vuelve a mirar. No lo puede creer. En realidad, no se puede creer. El Arena Corinthians cautiva desde el instante en el que uno pone los ojos en él. Impacta su estructura, impactan sus servicios, impactan sus accesos: en síntesis, produce una cuota de asombro difícil de igualar. Por supuesto que el Cilindro es el más lindo del mundo. Por supuesto. Pero eso no significa que se desvanezca la capacidad de maravillarse con otros estadios. Y ahí, a ese monstruo que ostenta dinero en medio de un país en el que mucha gente no tiene para comer, irá Racing con el sueño de seguir peleando la Conmebol Sudamericana.

Dicen lo que transitan habitualmente las calles de San Pablo que los hinchas de Corinthians son mayoría. Luiz Inácio Lula da Silva, presidente del país entre 2003 y 2010, siempre se presentó como simpatizante del club de camiesta negra y blanca. Y alcanza con posar la vista en el estadio para advertir quién es el local: en los pasillos y en las paredes, los murales asoman para que a nadie se le ocurra dudar de que, al menos en esa porción del universo, la vida se observa a través de los colores del dueño de casa. “Es una cosa de locos”, afirman quienes tuvieron la posibilidad de recorrer la cancha de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.

Más detalles para tratar de entender de qué se trata la excursión de la Academia a tierras paulistas. Los vestuarios son realmente enormes –varias veces más grandes que los del fútbol argentino- y cuentan con más de 20 duchas cada uno; la sala de conferencias de prensa se confunde con un teatro; la zona de los restaurantes invita a creer que uno está paseando por la calle Florida; hay un juzgado que atiende durante el partido  y que tiene una sala de detenciones; y el centro de salud –sí, nada de salita de primeros auxilios- emerge impoluto en el cuarto piso.

¿Por qué el Arena Corinthians es como es? Porque fue construido para el Mundial que se jugó en Brasil en 2014 en el marco de los millones de dólares que se invirtieron en infraestructura. De hecho, ahí mismo se disputó el encuentro inaugural, el 12 de junio, en el que el conjunto anfitrión venció a Croacia por 3 a 1. La Selección, con Lionel Messi como figura, también tuvo –y por duplicado- la posibilidad de mostrarse en este estadio donde Licha López intentará hacer de las suyas: por los octavos de final, le ganó a Suiza por 1 a 0; y, por las semifinales, el 9 de julio, derrotó a Holanda por 4 a 2 en los penales.   

Está todo preparado para recibir a Racing. Y Racing, que conoce bien dónde va, no piensa achicarse.