Fútbol Masculino

Ese grito del alma

Miércoles 13 de Septiembre de 2017
La Academia se sobrepuso a la adversidad en Sao Paulo y consiguió un empate que vale mucho ante Corinthians. A pesar de haber arrancado en desventaja y de perder a su arquero titular en el complemento, el equipo aprovechó su momento y logró la igualdad gracias a un gol de Triverio. La revancha será el próximo miércoles por la noche en el Cilindro.
Ese grito del alma
“Había que hacer el esfuerzo y lo hicimos. Quisimos ganar y aunque no se pudo, merecíamos al menos el empate. Lo buscamos y lo encontramos”. El partido en el Arena Corinthians acaba de terminar y al unísono de los gritos desaforados del grupo de hinchas académicos presentes, se escucha la voz de Lisandro López. El capitán racinguista no falta a la verdad en sus dichos: hizo de todo, jugó de todo y fue la bandera de un equipo que, con temple y solidaridad colectiva, se sobrepuso a varias circunstancias adversas desde lo deportivo durante el juego, aprovechó su momento y se quedó con un empate en los pies de Triverio que significa más que sólo una igualdad.

Durante el primer tiempo el equipo intentó llevar a cabo un planteo ambicioso que mezclaba una presión alta ante la salida rival, junto a la intención de manejar la pelota en la mitad de cancha con asociaciones cortas que le permitieran llegar con superioridad numérica hasta el arco defendido por Cassio. Mientras que Corinthians intentaba jugar a espaldas de la línea de medios, los comandados por Diego Cocca contaron con la posesión de la pelota durante varios pasajes antes de la primera media hora de partido, pero no lograron llegar con mayoría de hombres o con el vértigo necesario a los metros finales como para inquietar a la defensa local. A pesar de algunas escaladas por el costado derecho de Solari, del despliegue en gran parte del campo de Lisandro y de los intentos de asociación entre Zaracho y González, no hubo situaciones claras en la ofensiva por parte de la visita.

Pero todo cambió poco antes de los 30 minutos de juego. Un ataque rápido de Marciel por el sector derecho dejó fuera de marca a Solari y devino en un pase bajo para Maycon, quien desde una zona cercana al área chica puso su pie derecho para dirigir un tiro rasante que viajó de manera lenta hacia el arco y entró por el segundo palo. Corinthians encontró de esta forma una fórmula que explotó con asiduidad durante el siguiente cuarto de hora: los ataques por las bandas; en especial por el sector diestro de la última línea racinguista. De esta forma se sucedieron algunas ocasiones que podrían haber devenido en una mayor ventaja para el equipo brasileño, ante un Racing que sintió el golpe del tanto en contra. Pero la falta de pericia en la definición de Romero y los grandes reflejos de Musso le negaron la chance al "Timao" de llegar al segundo tanto antes del cierre de la etapa.

En el complemento los académicos comenzaron con un fútbol compacto, pero que los puso a jugar varias veces cerca de la posición de Musso debido a que la pelota fue potestad casi exclusiva de su rival en los instantes iniciales. Pero Corinthians sólo gozó de la tenencia y ya no de situaciones claras, a diferencia de lo mostrado en los primeros 45 minutos. Fue así que con algo de aire en el mediocampo y aprovechando a una defensa que mostró algunos huecos con el correr de los minutos y el desgaste lógico del juego, Racing se aproximó en varias ocasiones hacia el arco adversario. Triverio en un par de ocasiones y Orban demostraron que no era imposible llegar a generar a la posición de Cassio con opciones manifiestas de gol.

Y cuando la formación racinguista comenzaba a asomar un fútbol más fluido y que insinuaba peligro, otra adversidad deportiva se presentó en el camino de los dirigidos por Cocca: Musso debió dejar la cancha y su lugar lo ocupó Gómez. Con el marcador en contra y sin su arquero titular, el equipo no se dejó amedrentar. Creyó en que el empate podía llegar a transformarse en una realidad.

La presión del local se diluyó de a poco con el correr de los minutos, al mismo tiempo que de forma progresiva la Academia pudo acomodar las piezas en su faceta de la organización defensiva y siguió con determinación en la búsqueda de la igualdad. Y el gol llegó. Diego González puso soltarse en la ofensiva y comandó un ataque que llevó la pelota a los pies de Licha López. El capitán apuntó al arco casi desde el vértice izquierdo del área grande y remató con fuerza un tiro recto y a media altura que viajó hacia el segundo palo. La pelota encontró la oposición de Cassio, que bloqueó el tiro pero entregó un rebote hacia el centro y Triverio, que estaba libre de marca, la empujó al gol a los 28´. Festejó el equipo. Festejó la gente. Festejó todo Racing.

Los minutos finales mostraron una sólida versión de la formación racinguista, tal y como se había visto en los inicios del partido. Corinthians salió catapultado a buscar un segundo gol, pero careció de efectividad ya que tanto la defensa como Gómez le cerraron los caminos para conseguir el desnivel. Con el pitazo final el grito de Racing se escuchó fuerte, tanto desde la tribuna en la piel de sus hinchas como en el campo de juego con los puños en alto de los jugadores apuntando al cielo del Arena Corinthians. El empate 1 a 1 no es una victoria, claro está. Pero indica claramente una premisa de cara a la revancha del próximo miércoles a las 21.45 en el Cilindro de Avellaneda: la clasificación depende de la Academia.

Fotos: Juan Carlos Baldovino.

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