Fútbol Masculino

A cuartos, Academia

Miércoles 20 de Septiembre de 2017
En un Cilindro repleto, Racing empató 0 a 0 con Corinthians para meterse entre los ocho mejores de la Conmebol Sudamericana. El equipo de Diego Cocca transpiró la camiseta y cumplió el objetivo. Ahora tocará Libertad de Paraguay.
A cuartos, Academia
Metió, trabó, transpiró, peleó, corrió y puso todo lo que había que poner para asegurarse un lugar en los cuartos de final de la Conmebol Sudamericana. A Racing no le sobró ni una pizca de fútbol pero, en cambio, contó con la actitud que se precisaba para continuar soñando de pie. La Academia, que había igualado 1 a 1 en San Pablo, empató 0 a 0 en el Cilindro y está entre los ocho mejores del torneo. 

Cuando la tensión se impone sobre el juego, la consecuencia es la fricción. Casi sin aire para respirar, casi sin espacio para caminar, de entrada todos metieron como para que a los espectadores –los miles presentes en el estadio y los millones prendidos a los televisores- les quedara en claro que sobraba responsabilidad para encarar la cita. Más agresivo que en el duelo de ida, el conjunto brasilero presionó bastante alto y dificultó la salida limpia desde abajo. Obligado a dividir con frecuencia la pelota, el equipo de Diego Cocca abusó de los envíos largos y no logró que Diego González y Matías Zaracho recibieran con comodidad. Sólo asomó la claridad cuando Lisandro López se recostó contra la banda izquierda. Tan cierto es que Gastón Gómez no sufrió como que Cassio la pasó mal una única vez –luego de una gran maniobra individual de Enrique Triverio-. En ese escenario, resultó lógico que al descanso se fueran sin goles.

Tan lógico  como que en el complemento ninguno arriesgara demasiado. Algún aviso, algún chispazo. Poco más. Corinthians necesitaba el gol y continuó tratando de agobiar al dueño de casa, que se plantó de manera eficaz con una línea de cinco defensores bastante próxima a su arquero. A los 20 minutos, se produjo una acción que torcería en parte la dinámica: Rodriguinho, que había entrado hacía nada, levantó la pierna imprudentemente y el árbitro lo expulsó sin que mediaran discusiones de por medio. Con uno más, asomaron de a poco los huecos para controlar el trámite desde una posesión prolija. Pero la cuota de sufrimiento era inevitable y Racing tuvo que arremangarse: Marcelo Meli reemplazó a Zaracho e Iván Pillud hizo lo propio por Solari. Llegó el pitazo y, por ende, el desahogo. 

La ilusión se sostiene en carrera y ahora viajará a Paraguay. 

Fotos: Paola Lara y Juan Carlos Baldovino.
 

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