Fútbol Masculino

Bendito gol

Sábado 14 de Octubre de 2017
La Academia volvió a convertir después de cuatro partidos y le ganó a Tigre por 1 a 0 en el Cilindro. Andrés Ibargüen le dio la alegría al equipo de Diego Cocca, que ahora llegó a los ocho puntos en el campeonato.
Bendito gol
Racing tuvo que esperar 444 minutos para recuperar la sonrisa pero se le dio. En la noche del sábado, en el cruce de la sexta fecha del campeonato, una jugada de potrero de Andrés Ibargüen le permitió a la Academia ganarle por 1 a 0 a Tigre en el Cilindro y terminar con un maleficio que arrastraba desde el empate 1 a 1 ante Corinthians en Brasil. Y así, con el alivio de su gente, el futuro asoma bastante más ameno.

No siempre la suma de jugadores con vocación ofensiva da como resultado la producción de cantidad y de calidad de situaciones de peligro. El equipo de Diego Cocca, que apostó por juntar a piezas de buen pie de mitad hacia adelante, no encontró con facilidad la manera de vulnerar a un rival que, desde el orden, aguardó con paciencia para lastimar con espacios amplios. Los problemas para generar superioridad numérica alrededor del círculo central –y, por ende, dominar el desarrollo desde ahí- hicieron que el anfitrión se repitiera en envíos frontales que los centrales visitantes resolvieron bien. Augusto Solari, desequilibrante en el mano a mano ante Maximiliano Caire, no consiguió terminar bien varios avances que podrían haber tenido destino de red. En ese escenario de sopor, lo mejor de la Academia antes del descanso fue un remate de Brian Mansilla que Federico Crivelli desvió con lo justo.  

Con el nerviosismo en estado creciente, la situación no varió en la segunda mitad. Es más, Tigre, con los volantes externos lanzados, halló la forma de que Juan Musso se revolcara un par de veces para evitar la apertura del marcador. Ante la necesidad de elaborar, Cocca buscó alternativas: Martín Ojeda y Andrés Ibargüen ingresaron por Nicolás Oroz y por Matías Zaracho pero la fórmula no dio rédito enseguida. Al rato, Licha López y Enrique Triverio tuvieron dos chances de cabeza pero les faltó pericia en el último movimiento. Hubo que esperar hasta que el reloj indicara 34 minutos para que el colombiano quedara cara a cara con el arquero y, con una leve dosis de suerte, quebrara el cero.

Para resistir el tramo decisivo, Marcelo Meli ocupó el lugar de Mansilla. Con dos tanques en la delantera, Tigre empujó pero no consiguió más que construir un par de sustos. Racing, que lo precisaba con urgencia, logró volver a ganar. Y ahora, con la calma sobre los hombros, podrá pensar en Libertad.

Fotos: Juan Carlos Baldovino.

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