Fútbol Masculino

Voló bien alto

Lunes 05 de Febrero de 2018
Con Lautaro como estandarte y en un nivel extraordinario, la Academia borró de la cancha a Huracán con una contundente goleada.  El 4-0 significó el primer triunfo oficial de la era Coudet al frente de Racing y además, fue la primera alegría del año en el Cilindro.
La metáfora futbolera se aplica de manera clara a lo que dejó la noche en Avellaneda: la Academia levantó vuelo ante un Globo que casi no pudo despegar del suelo. Y no por que no haya querido hacerlo. Racing no se lo permitió, que es distinto. Los dirigidos por el Chacho Coudet cambiaron de manera significativa la imagen dejada en Santa Fe el domingo pasado y se despacharon ante el rival de turno con una goleada, momentos de buen fútbol y una figura excluyente a lo largo de los 90 minutos: Lautaro Martínez. El pibe bahiense surgido de la cantera racinguista tuvo una noche de ensueño al servicio del equipo y de su propia figura, que parece no tener techo a medida que se suceden sus partidos con la camiseta del club. Tres goles marcados, un penal conseguido y la certeza del desequilibrio constante en cada unión suya junto a pelota.
 
Pero más allá de que los flashes de las cámaras y el clamor popular por la una participación en la Selección fueron potestad exclusiva del 10 racinguista, todo el equipo tuvo un partido que justificó con claridad la alegría y el aplauso cerrado del Cilindro entero. El arquero entregó solidez en cada intervención; los laterales fueron salidas útiles; la pareja de centrales mostró seguridad y constancia; los volantes centrales se acoplaron tanto para marcar como para crear; los mediocampistas externos desequilibraron en la mayoría de sus intervenciones y Lisandro entregó su habitual dosis tanto de fútbol como de contundencia al servicio de sus compañeros.

Más allá de la oposición inicial de Huracán y de un férreo esquema combativo sustentado en un 4-2-3-1 con una presión alta en campo rival, los académicos lograron sortear de manera rápida el escollo táctico planteado adentro del campo por los dirigidos por Gustavo Alfaro. Racing intentó achicar la diferencia entre sus líneas y generar un juego corto, basado en las asociaciones y sin que la necesidad de jugar al pelotazo se hiciera imperiosa. Y lo consiguió. En la cancha se vio a otro equipo en relación al de la fecha pasada y además, Martínez brilló. Y Racing goleó, gustó y ganó.

Durante el primer tiempo la historia se selló en poco más de media hora. Primero Lautaro generó la primera emoción de la noche, tras un remate furioso de zurda al segundo palo luego de un enganche en el área. Luego al delantero le hicieron el penal que devino en un remate certero de Licha López, que estampó el 2-0 parcial. Y casi sobre el final de la etapa, luego de un ataque de Zaracho, Martínez quedó otra vez de cara al gol y no perdonó: tercero de la Academia y cierre del resultado, a pesar de que quedaban 45 minutos más de juego.

En el complemento los comandados por Coudet sacaron un poco el pie del acelerador y Huracán se acercó un poco, pero nunca como para incomodar de manera real a la valla defendida por Musso. Pasaron los minutos y los que entraron en el equipo también lo hicieron de buena manera; en especial, Centurión. El cuarto gol empezó en sus pies, con una corrida furibunda sin freno y en un pase inteligente para Lautaro, que de cara a Marcos Díaz fue letal y consiguió el tercer tanto en su cuenta personal; el cuarto y último en el marcador para el equipo. Luego del pitazo final el pibe se llevó la pelota como recuerdo de su gran noche. Racing se llevó la ovación final de su gente y la certeza de que el camino a recorrer para llegar a ser lo que se busca como equipo debe parecerse mucho más a esta versión, que a la mostrada en Santa Fe hace sólo siete días atrás.

Notas relacionadas

Se abrió el arco

Fútbol Masculino