Fútbol Masculino

Bahía Blanca y Celeste

Sábado 10 de Febrero de 2018
La Academia prolongó su buen momento y esta vez se impuso fuera de Avellaneda. En un partido reñido y cerrado, el equipo de Coudet se sobrepuso a la desventaja, aprovechó sus argumentos y se quedó con la victoria ante Olimpo por 2 a 1 con goles de Sigali y de Centurión. 
Bahía Blanca y Celeste
Luchó a lo largo de los 90 minutos más de lo que pudo y le dejaron jugar. Pero nunca resignó las ganas ni la vocación de buscar el arco rival con los argumentos ofensivos que el partido le ofreció. Sin el brillo individual y colectivo mostrado ante Huracán pero con el mismo ímpetu, Racing consiguió en bahía exactamente lo que había ido a buscar: el triunfo.

A diferencia de lo que podía llegar a preverse luego del último triunfo, durante la primera parte la Academia no pudo ofrecer un fútbol vistoso ni efectivo. El escaso ritmo ofrecido durante los minutos iniciales debido a las repetidas faltas, ejecutadas en mayor medida por el equipo local para sacarle dinámica al partido, junto al poco juego asociado mostrado por las dos formaciones favorecieron a un desarrollo trabado, dividido y con escasas situaciones de gol para ambos arcos.
 
Racing debió reinventarse adentro de la cancha casi desde el pitazo inicial. Luego de perder al Pulpo González a pocos minutos del arranque, tras un choque ante un rival que le afectó la rodilla derecha y lo obligó a salir de la cancha, Neri Cardozo pasó a ocupar la franja central del mediocampo, por delante de Domínguez, con Zaracho y Centurión a los costados. Y a pesar de que los dirigidos por el Chacho Coudet no pudieron contar con el monopolio de la pelota, se mostraron más compactos y con intenciones ofensivas más claras que Olimpo. Con un despliegue alto de cada una de las líneas y la intención de apretar al local en su campo, los racinguistas contuvieron al rival lejos de Musso, pero al mismo resignaron la chance de atacar con claridad y sólo se aproximaron al arco adversario mediante dos opciones de tiro libre.

El arranque del complemento mostró poco brillo. Nada hacía suponer lo que iba a pasar para ambos equipos en tan sólo dos minutos. Pero a los 10 una desconcentración defensiva hizo que Troyansky se filtrara entremedio de los dos centrales y anticipara con su definición al gol la salida del arquero académico. Olimpo se puso en ventaja por oportunismo más que por méritos propios. Y tan sólo 120 segundos después la Academia tuvo su revancha en la red. Luego de un corner ejecutado desde la derecha por Centurión, Sigali le ganó la posición a Ojeda a la altura del primer palo y ejecutó un cabezazo recto que venció la resistencia del debutante Anchoverri. Racing volvió a meterse en el partido tan rápido como había salido de él.

Los momentos posteriores al empate racinguista evidenciaron un desarrollo similar al de la primera etapa. La Academia se adelantó en el terreno de juego impulsada por el envión anímico del tanto, mientras que el anfitrión se replegó en su campo a la espera de una salida en contragolpe que emulara lo conseguido en el gol que abrió el marcador.

Pero a pesar de la entrega de Cardozo y de la inteligencia de Licha López para manejar los espacios y los tiempos del juego, el equipo no lograba la claridad necesaria como para llegar con real peligro a posición de convertir. Y cuando el paso de los minutos evidenciaba en la cancha que los dos tantos marcados habían sido sólo una rápida ilusión dentro del desarrollo de la etapa, apareció de nuevo para Racing la llave con la que se llevó el partido: la pelota detenida.
 
Cardozo envió un preciso centro al primer palo desde el costado izquierdo, que fue conectado de cabeza por Martínez y obligó a una rápida reacción del arquero local para impedir la caída de su arco. Pero el rebote corto en el área chica le cayó justo en los pies a Centurión, que con clase empaló el balón para impedir que el guardameta la bloqueara luego de arrojarse al suelo y marcó el tanto de la victoria.
 
Bailó el jugador junto a sus compañeros adentro del campo. Deliraron los hinchas académicos en las tribunas. Los que luego de mucho tiempo pudieron ver al equipo fuera de Avellaneda, festejaron el importante triunfo en una ciudad en la que no se ganaba desde hace casi cinco años y que esta noche se tiñó una vez más de blanco y de celeste.

Fotos: Juan Carlos Baldovino y Prensa de Olimpo

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