En los momentos tristes de la vida la mejor alternativa para superar la congoja suele ser seguir adelante. Y Racing Club no se detiene. Mientras la institución aún llora la partida de Oscar Martín y se encarga de enaltecer su memoria, el equipo de Primera División no tiene tiempo que perder mientras se prepara para recibir a Lanús el viernes por la tarde en el Estadio Presidente Perón de Avellaneda, con el objetivo de poder prolongar su racha positiva tras los últimos dos triunfos consecutivos.

Al igual que ayer en el arranque de la semana, esta mañana los jugadores volvieron a entrenarse en el Predio Tita Mattiussi. Luego de puesta en marcha de la habitual entrada en calor, que constó de tareas con pelota en forma de apoyos, hubo cuatro cuadrados de fútbol en espacios reducidos con énfasis en la presión. Una vez finalizada la primera parte de las tareas matutinas, Eduardo Coudet dirigió un nuevo ejercicio de reducido. En este caso la labor fue de ocho contra ocho y tuvo como eje la tenencia de la pelota y la generación ascendente de la cantidad de pases ante la marca rival. Y para el final el grupo académico fue separado en dos grupos diferentes, que siguieron trabajando al compás de la pelota. Mientras que el técnico dirigió a una parte del plantel en dos bloques de trabajos tácticos en ataque, su ayudante de campo, Ariel Broggi, condujo a los restantes futbolistas en un bloque de definición. 

Miguel Barbieri volvió a trabajar a la par del resto de sus compañeros, al igual que en la jornada del lunes. Quienes se quedaron en el estadio y realizaron distintas labores de recuperación fueron Diego González y Leandro Grimi. El mediocampista volvió a ajercitarse sólo con una rutina de kinesiología en su rodilla derecha, mientras que el defensor llevó a cabo ejercicios de marcha y de fortalecimiento muscular para ayudar a la recuperación de su lesión.

Este miércoles la Academia se entrenará de nuevo en horario matutino, pero a diferencia de las dos primeras jornadas de la semana, en este caso lo hará en su estadio. La jornada será a puertas cerradas para los medios de comunicación y sin posterior atención por parte de los futbolistas.