Fútbol Masculino

Derrota y a pensar en la Copa

Sábado 14 de Abril de 2018
Una multitud acompañó a Racing a Florencio Varela pero el equipo de Eduardo Coudet cayó por 3 a 2 con Defensa y Justicia. Ricardo Centurión hizo los dos goles. Con este resultado, la Academia se mantiene con 36 puntos y todavía sueña con estar en la próxima Libertadores.
Derrota y a pensar en la Copa
Menos de un día fue suficiente para que los hinchas agotaran las entradas y Racing jugara en Florencio Varela, en la cita de la vigesimotercera fecha, envuelto en el amor de su gente. Con una de las populares pintada de celeste y blanca, la Academia intentó volver a la victoria en el torneo pero se topó con un Defensa y Justicia que capitalizó las oportunidades que se le presentaron para terminar festejando por 3 a 2. 

Como si fuera un personaje de Robert Louis Stevenson, el equipo de Eduardo Coudet mostró dos facetas adentro de un mismo disfraz. De mitad hacia adelante, con sus figuras a disposición, fue Doctor Jekyll: atacó, lastimó y generó zozobras en el fondo local; y, de mitad hacia atrás, con varios de los habituales titulares afuera, fue Mr. Hyde: sufrió cada vez que la dinámica de del dueño de casa lo puso contra las cuerdas y no encontró la manera de ofrecer garantías sistemáticas. Por eso le convirtieron tan fácil, cuando apenas iba un minuto y monedas, tras una falencia en la zona donde se resuelven los partidos; y por eso empató tan fácil, a los 14, cuando Ricardo Centurión empujó un rebote en el corazón del área chica. A partir de ahí, con el condicionante de sus propias contradicciones, la Academia fue mejor y fue peor según en dónde se disputara el encuentro. Pudo haber marcado en algunas de las tantas veces que Centurión recibió a la espalda de los volantes de contención adversarios y pudo haber recibido el segundo si no fuera porque Juan Musso voló para desviar un tremendo disparo de Horacio Tijanovich. 

La segunda mitad comenzó como una fiel imitación de la primera. Defensa y Justicia avanzó con profundidad y volvió a ponerse en ventaja. Christian Almeida, lateral izquierdo devenido en delantero improvisado, aprovechó una distracción para sorprender a propios y a extraños. Nery Domínguez y Matías Zaracho tardaron nada en ingresar para revitalizar a un mediocampo que precisaba recuperar sensaciones positivas. Y fue, mucho más que el andar colectivo, la jerarquía individual la que le permitió a Racing meterse nuevamente en partido antes de que las agujas llegaran a la media hora: Centurión recibió un pase exquisito de Lautaro Martínez y definió con una elegancia notable por encima del arquero.

Parecía que estaba. Parecía que se podía. Parecía que asomaba el olor al triunfo. Pero no. Los errores y la falta de suerte le ofrecieron al anfitrión, que no venía acumulando méritos, la posibilidad de estampar el tercero. Juan Kaprof, que había entrado hacía poco, tocó a la red y sembró la confusión en Racing. Como le salió, con el amor propio en la mano, con Brian Mansilla en la banda izquierda, la Academia fue mientras le dieron las fuerzas. Lo tuvo Licha pero el cuerpo de un defensor impidió el grito. Sin lucidez en los metros finales, con la urgencia de remontar, el envión se deshilachó y a la derrota no la evitó ni siquiera el aliento que bajó de la tribuna sur del Norberto Tomaghello a lo largo de toda la noche.

Fotos: Juan Carlos Baldovino.

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