Fútbol Masculino

Punto y banca

Sábado 09 de Marzo de 2019
Con un gol agónico de Cvitanich, la Academia empató 1 a 1 con Colón en Santa Fe y sigue firme en la cima del campeonato a falta de tres partidos para el final. El puntero no se cae. 
Punto y banca
La parada no era fácil en la previa. Para nada fácil. El Estadio Brigadier Estanislao López de Colón no se ha ganado el apodo del “Cementerio de los Elefantes”, sólo por tener un mote intimidatorio para los equipos que lo visitan. Grandes formaciones han sufrido a lo largo de su historia el hecho de tener que jugar ante un rival siempre complicado y en un escenario que intimida. Y el local buscaba que el puntero de la Superliga se agregara a esa lista de equipos en su haber. Pero los hombres comandados por el Chacho Coudet entregaron una muestra cabal de carácter, aún en los momentos más adversos desde el punto de vista futbolístico y consiguieron traducir esa templanza anímica en un empate a poco del final. El entrenador ya había mencionado hace poco que sus dirigidos no podían volver a traicionar su esencia cuando las cosas no salían adentro de la cancha. Y esta vez la Academia no se traicionó. Lo buscó siempre; aún sin saber muy bien como. Pero lo hizo. Y se regresa a Avellaneda con cuatro puntos de ventaja sobre Defensa y Justicia. Ningún cementerio para Racing.
  
Luego de algunos minutos iniciales en los cuales la Academia se mostró mejor plantada en el terreno y con un manejo prolijo de la pelota, Colón se lo emparejó a fuerza de embates y aprovechando errores de su rival en el traslado del balón. Y con dos llegadas, una luego de un desborde de Morelo por la derecha y otra tras la ejecución de un tiro de esquina, exigió a la última línea racinguista. La tarde comenzaba a equilibrarse.

Los comandados por el Chacho tardaron algunos minutos en poder recomponer su juego en el medio para volver a brindarle el equilibrio inicial a su juego. Y a los 12 minutos se acercó por primera vez en el partido al arco defendido por Burián. Lisandro y Zaracho combinaron rápido por el lado diestro del ataque, pero éste último falló en el pase final para que el delantero definiera al gol adentro del área chica y ante la salida del arquero.

Más allá de las llegadas esporádicas de ambos, el partido que había amagado con armarse durante los instantes iniciales pasó de largo por el estadio. Racing no lograba hacerse de la pelota para manejar el medio, ni unir a sus líneas para desplegar un juego compacto. Por su parte Colón buscaba aprovechar los espacios por las bandas, en especial por el costado derecho, pero no lograba hilvanar combinaciones de pases para crecer desde la acumulación.

Pero en el minuto 31 todo cambió. La Academia desaprovechó un tiro de esquina a favor y la contra encontró bien perfilado al local con superioridad numérica y espacio, ante un Racing desesperado en el retroceso. Entre Morelo y Esparza armaron el ataque por la derecha y cuando éste último ingresó al área con la pelota dominada, Mena llegó tarde al cruce y lo derribó. Penal. El mismísimo delantero acreedor de la falta se hizo cargo del tiro y no falló: remate a la derecha ante un Arias que fue al otro lado y gol para el anfitrión. Y con la desventaja el equipo no pudo reaccionar desde su fútbol como para torcer la historia antes del cierre de la etapa. El final llegó en el momento justo.

La historia en el complemento comenzó con un volantazo desde el banco: Coudet metió a Solari y sacó a Cardozo, que jugaba condicionado casi desde la génesis misma del cotejo por una amonestación. Así Zaracho pasó a ocupar la franja central del medio, delante del Chelo Díaz, mientras que Solari pasó a la derecha y Fernández fue a la izquierda. La Academia quería meterse en la pelea del partido.

Si bien posicionalmente la variante fue efectiva ya que Racing pasó a ubicarse más adelante con sus líneas en el campo rival, no pudo traducir esa modificación en llegadas de peligro contra el arco de su adversario.  Y tal como había pasado en el primer tiempo, el envión inicial se quedó sin fuerza ante un Colón que con el paso de los minutos le agarró la mano a esta nueva disposición académica en el campo y la contrarrestó con un juego voluntarioso a nivel general, que se encargó de cerrar los caminos tanto en la fase de recepción como también en la de creación; en especial desde el mediocampo.

A los 26´ Licha pateó por primera vez en el juego, tras un arresto individual por el costado diestro. Pero las ideas no aparecían ni tampoco las sociedades que le permitieran al equipo llegar hacia Burián. El tiempo se le escurría de las manos al equipo frente a un contrincante que lo aguardaba con paciencia e intentaba lastimarlo de contragolpe y con velocidad por las bandas.

Arias debió aparecer una vez más en gran nivel, como durante los últimos partidos, para quedarse con un tiro libre de Zuqui destinado a cerrar el resultado. Pero ni una cosa ni la otra sucedieron. Ni el mediocampista Sabalero consiguió sacar a la Academia del juego, ni el marcador se cerró. Al menos, no para Racing. No para éste Racing.

Y esta vez el desahogo académico brotó desde adentro de la cancha y desde el sector visitante cuando ya la cosa estaba casi sentenciada. La actitud que mantuvo al equipo con la creencia de que se podía llevar algo cuando su juego no hacía suponer lo mismo, llevó a Solari a desbordar a su marca como una flecha por la derecha y a enviar un preciso centro al corazón del área. Iban 43 minutos. Donatti se elevó más alto que todos sus rivales e impactó de lleno la pelota con su cabeza, aunque el travesaño le ahogó el grito al central. Pero no se lo sacó de la garganta a Cvitanich, que fiel a la costumbre de los delanteros que trabajan con el oficio además de con el físico, estaba justo en el lugar en donde la redonda cayó para empujarla al gol y al empate de Racing.

Con el envión de la igualdad y la extensa adición brindada por el árbitro Baliño los de Coudet se animaron a ir por más. Y la apuesta casi sale completa, porque a menos de un minuto del cierre el equipo tuvo la chance concreta del desnivel. Pero ni Cvitanich ni Zaracho llegaron a enganchar el buscapié enviado por Mena tras un desborde por la izquierda y con Colón marcando de forma desesperada. No pudo ser triunfo. Cerca estuvo de ser derrota. Pero fue empate. Un resultado que marcó una realidad incuestionable más allá de lo futbolístico: a tres finales del cierre Racing Club sigue en la punta y no tiene ninguna intención de resignarla ante nada ni ante nadie.

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