El campeón regresó a la competencia con esa mezcla de tensión y de ilusión que implica el arranque de un nuevo torneo. Sin Lisandro López, que no se ausentaba en un partido del campeonato local desde el triunfo ante Patronato por la tercera fecha de la Superliga, Racing buscó mantener la performance sabiendo que recuperar el rendimiento óptimo no es sencillo después de la obtención de un título. En ese escenario, se llevó un empate 1 a 1 del Estadio Único de La Plata ante Estudiantes que lo deja bien parado para la revancha en el Cilindro. 

Le llevó 35 minutos al equipo de Eduardo Coudet construir una acción precisa y veloz que quebrara la tenaz resistencia de un rival decidido a apretar líneas y a hacer de la intenisdad su arma para neutralizar la jerarquía contraria. Matías Zaracho, con apariciones rutilantes, sacó de la galera un control de pelota que le permitió no sólo ahorrar tiempo sino dejar a dos adversarios en el camino con un solo movimiento. Del pie derecho de Darío Cvitanich salió el centro que Jonatan Cristaldo, con el oficio de los goleadores, canjeó por un grito con un lindo cabezazo. Antes de eso, no le había sido sencillo a Racing generar peligro porque le habían obstruido de forma eficaz sus habituales circuitos de tenencia. El conjunto de Gabriel Milito persiguió uno contra uno, le quitó protagonismo a Marcelo Díaz forzándolo a realizar recorridos incómodos y se apoyó en la juventud de sus mediocampistas (23,8 años de promedio) para nivelar del desarrollo. Sin embargo, hasta el descanso, ni siquiera en las transiciones más expeditivas los dueños de casa pudieron lastimar en serio a Gabriel Arias.

Renovó energías Estudiantes en el comienzo del complemento y empujó en un contexto que no le permitía otra cosa. Desde el ímpetu, sin tanta elaboración, el juego se concentró de a poco en el terreno académico. Los reflejos de Gabriel Arias asomaron una y otra vez para tratar de evitar lo que terminaría siendo inevitable. ¿Por qué? Porque, a los 13, Matías Pellegrini asomó por detrás de todos para capitalizar un centro desde el lado opuesto y empatar el encuentro. Con la sensación persistente de extrañar a su capitán, sin el ritmo de competencia de siempre, Racing se refugió en Zaracho y movió el banco en busca de alternativas. Mateo Cassierra hizo su debut por Cristaldo y Nery Domínguez ingresó por Díaz. Entre una y otra variante, Lucas Orban reemplazó a Alejandro Donatti, con un problema muscular. Sin las luces de las mejores presentaciones, la Academia transitó con algún susto el tramo final y las manos de su arquero resultaron otra vez claves para no irse sin nada.

Será para definir entonces en casa, con la gente, la historia y el oficio a favor. El campeón dio un primer paso satisfactorio y la ilusión descansa en el fútbol de un equipo que demostró que no se conforma con lo conseguido.

Crédito fotográfico: Fotobaires.