En la previa y ante la certeza de que a lo largo del fin de semana no habrá actividad oficial por la Superliga, todo haría suponer que durante el cierre de la semana de trabajo el ritmo podría tender a dismunuir. Pero para el plantel de Racing Club ese concepto no existe. Cada entrenamiento se encara con las mismas ganas, seriedad e intensidad que el anterior, más allá del contexto en el cual se lleve a cabo. En este caso y debido a las elecciones nacionales del domingo, no habrá competencia oficial. Pero Eduardo Coudet busca que sus dirigidos no sientan esa diferencia ni desde lo mental ni desde lo deportivo. Es por eso que para este viernes por la mañana se dispuso un partido amistoso ante Arsenal, que se jugará en escenario racinguista. 

Pero para que el fútbol ante el líder momentáneo del torneo se desarrolle, es fundamental que los académicos mantengan la misma constancia en su trabajo que tuvieron a lo largo de toda la semana. Por ese motivo este jueves en la cancha auxiliar del estadio para el Chacho Coudet y los suyos no hubo una jornada relajada ni mucho menos. Más allá de la habitual importancia que se le otorga en el plantel al trabajo en el aspecto físico, hoy el objetivo principal se basó en la práctica y la mejora de aspectos puntuales en la faceta futbolística que el cuerpo técnico ha dispuesto tanto para corregir como para potenciar luego de la última presentación oficial del equipo.     

Bajo la premisa de priorizar el fútbol fue que tras las labores de movilidad iniciales la pelota pasó a ser la estrella de la mañana en Avellaneda. Y con la redonda como eje de las todas las miradas, se realizaron ejercicios de fútbol reducido con acumulación de pases, junto a tareas de coordinación como parte del primer bloque de la práctica. Más tarde los jugadores fueron separados en grupos que entrenaron salidas con desbordes y definición, antes de volver a centrarse en el reducido, que en este caso extendió sus límites de juego solo hasta la mitad de la cancha y tuvo a diez futbolistas de cada lado. Sin dudas fue una mañana bien intensa para el plantel racinguista y se aprovechó al máximo.

Y también desde el lado de los lesionados hubo buenas noticias a lo largo de la mañana, ya que en el campo de juego junto a Donatti estuvo también Montoya, que hasta antes de la jornada de hoy no había trabajado en la cancha. Ambos se movieron de forma diferenciada, pero su evolución invita a pensar en una rápida reincorporación al día a día habitual del plantel. Zaracho por su parte no modificó su rutina y se sometió a kinesiología en la sala médica del vestuario, para luego entrenarse en el gimnasio.

El viernes de fútbol para Racing Club ante Arsenal se desarrollará por la mañana en Avellaneda. El partido se jugará a puertas cerradas para los medios de prensa y sin posterior atención por parte del plantel.