Cuando no se puede ganar, lo mejor es no perder. Racing pisó el Gigante de Arroyito entusiasmado con arrimarse a la punta del campeonato pero estuvo lejos de lo que pretende su entrenador y acabó apoyándose en la figura de Gabriel Arias para rescatar un punto valioso por cómo se dio el encuentro. Fue un 1 a 1 que sirve para no perder de vista la cima de la tabla pero que obliga a corregir muchas cosas para sostener de pie el sueño del bicampeonato. 

El vínculo potente con la pelota que el equipo de Eduardo Coudet construyó con convicción durante la temporada pasada –y que tantos resultados le dio- no dijo presente en la tarde del domingo. Los locales lograron rápidamente obstaculizar la tenencia y lastimaron atacando por los costados. Antes del cuarto de hora, Lucas Gamba capturó un centro desde la derecha y definió con un remate fuerte y esquinado. Un poco por fortuna y otro poco por la jerarquía de Lisandro López, el empate llegó a los 20 y le ahorró al último campeón el mal trago de tener que acumular méritos para igualar. Hasta el descanso, la Academia sólo pudo elaborar una gran maniobra que terminó con un cabezazo alto del capitán. En cambio, las manos de su arquero y la firmeza de los centrales resultaron claves para impedir el segundo.

No pudo tampoco Racing acomodarse mejor en el complemento. La iniciativa continuó siendo canalla y las dificultadas defensivas de la visita se multiplicaron. Tan cierto es que Matías Rojas, que reemplazó a David Barbona, estrelló un tiro libre en el travesaño como que la suerte –y la mala puntería de los rosarinos- salvó a la Academia en un par de oportunidades. Lucas Orban ingresó por Alejandro Donatti, quien salió con una molestia, pero la variante no implicó una modificación táctica. Con el orden como bandera y con la expectativa de golpear de contragolpe, los de celeste y blanco se agazaparon para que la necesidad del dueño de casa le abriera la puerta del triunfo. Sin embargo, en un partido que se le tornó cada vez más complicado con el correr de los minutos, la paridad acabó siendo un consuelo al que se observó con buenos ojos.

De cara a lo que viene, el objetivo será ajustar el funcionamiento para volver a sumar de a tres. Jugar bien y ganar es la única manera de ser protagonista del campeonato.

Crédito fotográfico: Fotobaires.