Fútbol Masculino

Un ejemplo de grandeza

Martes 11 de Febrero de 2020
Humberto Maschio y Juan Carlos Rulli, campeones de torneo local, de América y del Mundo con Racing, se acercaron al Cilindro para felicitar y agradecer a los protagonistas de la histórica victoria en el clásico.
Un ejemplo de grandeza
¿Un saludo, casi una regla de protocolo, representa un gesto pequeño? ¿O la dimensión real se establece por la calidez y humildad de los que asumen la cortesía?
Humberto Maschio y Juan Carlos Rulli, hombres de epopeyas, de gestas enormes como la cadena de títulos entre 1966 y 1967 (local, de América y del Mundo) obtenidos por el Equipo de José del inolvidable Tito Pizzuti, hicieron la historia del Primer Grande y, conscientes del legado, tiene el compromiso de resguardarlo y transmitirlo.

Bocha y Coco, cerebro y pulmón, conductor y sostén según roles que cumplieron a la perfección en aquellos años, no conocen de vanidades sino de gratitudes. Por eso, luego del entrenamiento del martes, cuando los protagonistas de la épica en el clásico con Independiente salián del vestuario del Cilindro, se acercaron para saludar a los jugadores y manifestarles el agradecimiento no sólo por la victoria, sino, sobre todo, por la actitud ante la adversidad y el espíritu solidario que le permitieron al equipo sobrellevar 45 minutos con desventaja de dos hombres y sellar el triunfo.

"Uy... ¡Te estoy sacando un poco de historia!", le dijo, siempre bromista, Marcelo Díaz antes de abrazar Rulli. Coco, sin demoras, la tiró una pared, con un tono casi inaudible producto de una disfonía de domingo. "Me quedé sin voz por estos tipos, que me hicieron gritar como loco", retrucó el volante defensivo del Equipo de José. "Que personas con tanta historia en Racing nos digan lo que significa esta victoria, nos da una idea de lo que conseguimos", agregó el chileno.

La recepción fue amplia, porque también estuvieron Sebastián Beccacece, Lisandro López, Darío Cvitanich, Iván Pillud, Diego González y Diego Milito. Maschio no se quedó atrás y transmitió un mensaje idéntico, que simboliza más que un tributo. Porque forja lazos y refuerza el mensaje para las próximas generaciones acerca de lo que significan Racing y su tradición de grandeza.

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