Fútbol Masculino

Arias y una tarde en el fútbol femenino

Miércoles 19 de Febrero de 2020
El arquero del equipo masculino participó el martes por la tarde del entrenamiento del conjunto que dirige Antonio Spinelli. Colaboró en varios ejercicios y prometió sostener el vínculo de cara al futuro.
Arias y una tarde en el fútbol femenino
Vestido con ropa de entrenamiento, Gabriel Arias pisó la primera cancha de césped sintético del Predio Tita Mattiussi decidido a ser parte de una experiencia poco habitual: participar de un entrenamiento del primer equipo de fútbol femenino. El arquero de la Academia, lejos de cualquier estrellato, se acercó junto a su familia para conocer más de cerca cómo se construyen los sueños de esas mujeres que apuestan a hacer historia. “Vengo a escuchar y a compartir”, soltó en cuanto las cámaras de Racing Play se le fueron encima en busca de un testimonio.

Cuando llegó, había pruebas de jugadoras y, desde un rincón del campo de juego y sin ninguna clase de apuro, observó los movimientos de las chicas que pretendían encandilar a Antonio Spinelli, la cara visible de la actividad. En el medio, se sacó decenas de fotos y grabó saludos por doquier. El plantel de la Sub 16, representante del país en el último campeonato sudamericano, le pidió retratar el encuentro para la eternidad. Uno, dos y tres flashes volvieron eterno ese instante. “Nunca había estado en esta parte del predio”, explicó sin perder un gramo de curiosidad. Alguien le contó que el Tita Mattiussi era el primer predio construido por sus hinchas y que el club tomó las riendas del lugar en 2009. Lo sorprendió el dato.

Una ronda de calidez lo recibió. Spinelli lo presentó y le agradeció la visita. Inmediatamente, como si las formalidades le importaran poco, caminó hacia uno de los arcos para empezar a practicar. Débora Erra y Aldana Avaca le preguntaron detalles sobre cómo salir a cortar centros. Marcos Ferreyra, entrenador de arqueras y arquero del primer equipo de futsal masculino, lo hizo revolcarse contra el césped en la entrada en calor. “Esto cuenta como un segundo turno”, dijo el invitado entre risas. Mientras sus hijos corrían de acá para allá para ratificar una vez más que Racing es una gran familia, Arias comandó ejercicios, puso el oído para que le transmitieran dudas y volcó su enorme experiencia con una generosidad enorme.

“Yo sé lo que es pelearla desde abajo para tratar de llegar. Las admiro por el esfuerzo que hacen”, agregó antes de regalarles las típicas calzas que se usan debajo de los tres palos. Lo demás se resumió en un abrazo, en un gracias y en la decisión de transformar a la tarde del martes en un punto de partida. 

Fotos: Paola Lara.
 

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