La misión era clara más allá del modo en que pudiera lograrse: en Mérida había que ganar. Y Racing ganó. El debut copero de la Academia en el Grupo F no pintaba sencillo y la lejanía del escenario del partido con respecto a Avellaneda obligaba al equipo a traerse de Venezuela un triunfo que le permitiera comenzar a mirar el certamen con la ilusión de querer llegar bien alto. Y así fue. Superando tanto a Estudiantes como a sus propios momentos de intermitencia futbolística y a la adversidad del resultado en contra, los racinguistas torcieron la historia, triunfaron por 2 a 1 y festejaron gracias a los goles de Nicolás Reniero y de Matías Zaracho.
 
Los primeros diez minutos fueron tanto desde lo posicional como desde el desarrollo favorables al equipo comandado por Beccacece. Con una circulación de pelota prolija y la idea de utilizar tanto el ancho y el largo del campo en los avances, la banda izquierda se transformó en la principal alternativa en la búsqueda de los ataques, junto a las combinaciones cortas de pases de los mediocampistas internos. Matías Zaracho fue la bandera elegida para la búsqueda del gol y contó con dos ocasiones claras en el primer cuarto de hora, pero perdió el duelo frente al arco rival en ambas situaciones. La Academia avisaba.

Pero con el paso de los minutos el vértigo inicial planteado por el elenco académico perdió peso ante la propuesta de los venezolanos, que se adueñaron de la pelota e hicieron retroceder a las líneas de su rival. Más allá de esto, los locales recién inquietaron la posición de Gabriel Arias con un remate de larga distancia de Messidoro cerca del primer cuarto de hora y un tiro posterior de Meza, también de afuera del área. 

Racing respondió del momentáneo asedio local con una genialidad de Licha López que casi termina en un golazo: tras recibir un pase desde la derecha que le quedó largo, el capitán la picó ante la salida del guardameta y la pelota salió apenas alta. Minutos después, Reniero habilitó con un taco delicioso a Licha, que se abrió demasiado sobre su lado diestro y no llegó a acertarle al arco. 

A los 29´ Martínez perdió una pelota en salida ante la presión de Messidoro, que avanzó sólo algunos pasos y quedó mano a mano con Arias para marcar. El arquero lo espero con templanza y achicó el ángulo sobre su izquierda para moverse sobre ese lado y luego despejar con el cuerpo un tiro que hubiera significado el primer tanto de la tarde, en la opción más clara para los de Mérida hasta el momento.

Racing debió readaptarse al partido y acomodar de otro modo sus piezas luego de la primera mitad de la etapa debido a la pérdida del dominio posicional del arranque. Además, la salida de Marcelo Díaz sobre el cierre y el ingreso de Garré en su lugar, obligó a Miranda a pararse en el centrocampista y a cambiar la disposición de los jugadores que se paraban por delante de él en la mitad de la cancha.

Para el segundo tiempo todo hacía pensar en un desarrollo disputado entre ambos equipos, pero a los tres minutos Estudiantes se encontró con la ventaja. Un desborde por derecha y con un centro posterior al centro del área grande cayó entremedio de Arias y Mena por el segundo palo, pero encontró atento a José Rivas para una definición por entremedio de las piernas del arquero. El gol no hizo cesar las ambiciones del local, que siguió merodeando el área de su rival y contó con alguna que otra aproximación para inquietar.

Racing debió soportar el asedio de su adversario a lo largo del primer cuarto del complemento. Pero conforme fueron pasando los minutos el equipo comenzó a amigarse con la pelota y a armar circuitos de juego desde la asociación corta y la sumatoria de pases. Así las acciones comenzaron a equilibrarse y de este modo volvieron las opciones claras de encontrar el gol de la igualdad. Primero Zaracho recibió un pase en el punto penal y su remate escapó al lado del palo derecho y luego un tiro de Reniero con destino de red se desvío en un rival hacia el córner. 

Y de tanto ir hacia adelante, la Academia tuvo su premio. A los 26´ Mena sacó rápido un lateral por el costado izquierdo hacia la posición de Reniero, que entró al área por izquierda y pateó cruzado hacia el segundo palo; Araque sacó el balón hacia el centro y aunque Zaracho se pasó de la posición de definición, el que llegó por detrás fue Reniero y se arrojó de cabeza al gol para decretar el 1-1 parcial.

Lejos de resignarse con el punto que estaba consiguiendo hasta el momento, el equipo fue por más a sabiendas de que el desarrollo de la etapa le era favorable para hacerlo. Estudiantes había perdido peso ofensivo tras el vendaval inicial y el impulso conseguido luego del empate era el aliciente perfecto para buscar el tanto del triunfo. Y de nuevo la perseverancia tuvo su premio. Corrían 38 minutos y llave para el triunfo seguía por el costado izquierdo. Garré y Barbona combinaron rápido y luego le entregaron la pelota a Mena, factor fundamental en la levantada, adentro del área grande. El chileno paró la pelota, pensó un segundo y jugó un pase corto hacia el medio para Zaracho, que de primera definió hacia el segundo palo y marcó el tanto con el que Racing Club se quedó con el triunfo en Venezuela.

Perseverar para triunfar. Estas fueron las premisas para una victoria que permite esperar con las mejores expectativas el partido del próximo jueves ante Alianza Lima en el Cilindro y que ilusiona a todo el pueblo académico.

Foto: AP/Gentileza Diario Olé .