¿La verdad? Se me nubló todo, no sabía a quién abrazar… Ganar un partido así, con un gol mío sobre la hora. De repente estaba viviendo todo lo que había soñado: jugar en Primera, meter un gol para ganar, hacer felices a los hinchas de Racing. Es muy lindo todo esto…”. Carlos Alcaraz, el hombre del domingo, habla con voz de jovencito en la charla con la web oficial del club. De qué otra manera podría serlo para un pibe de 17 años, todavía habitante de Casa Tita, que agregó otro eslabón a la cadena de calidad surgida del Predio.

“Aunque se había puesto complicado, siempre confiamos en nosotros, incluso cuando Aldosivi hizo el 3-1. Estábamos convencidos de que si metíamos rápido el segundo, íbamos a tener chance de ganarlo. Lo sacamos para adelante con huevo y con juego”, asegura el chico de Villa Elisa, que llegó a Racing en 2017, luego de haber generado una fantástica impresión en un partido ante la Sub 15 de La Plata.

El fin de semana fue a puro vértigo: golazo en Mar del Plata en el encuentro de Reserva para transformar un 0-1 en victoria 2-1, regreso a Avellaneda, convocatoria como concentrado para la delegación de Primera y nuevo viaje a MDQ para anotarse otra vez como el goleador que asegura el triunfo. “Fue un fin de semana ATR”, dice Carlos y sonríe porque “fui, volví y a las pocas horas estaba de nuevo en Mar del Plata. Me tocó hacer mi primer gol en mi segundo partido en Primera… y qué gol”. A Alcaraz le brota el entusiasmo, como corresponde a un adolescente, pero jamás pierde el norte: “Mi familia siempre me lo dice y me guía. Jamás hay que perder la humildad. Jamás hay que olvidar los orígenes y creérsela, siempre hay recordar de dónde salió uno y tener presente a las personas que lo ayudaron”.

Papá Carlos y mamá Amalia, presentes en el club cuando el hijo firmó su primer contrato profesional, pocas semanas atrás, disfrutan del lunes post 4-3. “Sigo en Casa Tita, algo que reconozco que me costó al principio. Pero en cuanto me contaron lo que significa y los chicos que pasaron por ahí, como Lautaro Martínez y tantos otros, se me fueron las dudas. Mati (Zaracho) siempre me habla de lo que significa crecer en Racing. Es un gran referente para mí. Gaby (Arias), Iván (Pillud) y Lolo (Miranda) me felicitaron. Es un grupo excelente, que está unido para dar lo mejor y que ayuda mucho a los más chicos”, agrega.

Pelota pegada el pie derecho, su perfil (“si me queda para la zurda, también le pego”), carrera vertical y cuatro rivales desparramados resumen aspectos de su golazo en Reserva. Y Alcaraz se reconoce en el gusto de “ir para adelante, armar juego. En el gol en la Reserva pude cambiar de ritmo y acelerar con la pelota al pie, algo que trato de hacer más seguido. Porque tengo bien claro que esto recién empieza, que hay que trabajar cada día y esforzarse cada vez más para poder rendir al máximo”.

Los hinchas de Racing, esos a los que Alcaraz alegró, lo van a esperar, sin apuros y con las mejores expectativas.