La mala racha se prolonga a pesar del esfuerzo y la voluntad de protagonistas y cuerpo técnico. Lo dicen los mismos protagonistas. Racing entró en una serie de resultados adversos que le va restando posbilidades de darle continuidad a la costumbre de los últimos siete años: la de clasificarse a uno de los torneos de Conmebol. Hay tiempo, aún, de torcer la tendencia negativa. Y la esperanza que otorgan las 12 fechas que restan para el cierre del torneo deben representar un estímulo para sostener el esfuerzo.

Entre los síntomas que generan preocupación, los de la mitad de inicio del primer tiempo fueron notorios. Racing fue, en ese lapso de más de 20 minutos, un equipo permeable. Lo que ya le había sucedido ante Talleres y Godoy Cruz, los goles prematuros en el arco propio, son una señal de desperfectos. A los 2 minutos, Cabrera se filtró entre Mena y Chancalay, avanzó por derecha sin que Martínez contuviera su ingreso al área grande y terminó su proyección con una bomba arriba, en el primer palo. Diez minutos después, un córner servido desde la derecha acabó en la cabeza de Kevin Mac Allister, más veloz que Mena en la carrera para ganar el espacio frente a una defensa que se ubicó en zona para la pelota parada. El 0-2 antes del primer cuarto de hora era efecto de una deficiente prestación propia antes que de virtudes ajenas.

Hubo más zozobra y, por fin, un ensayo de adecuación a las circuntancias que aconsejan el reducido campo de juego del Diego Armando Maradona: menos bochazo para saltar líneas y zafar de la presión de los volantes locales y más circulación, donde Alcaraz buscó ser eje. Un centro rasante de Piatti fue desviado por Torrén y el recorrido concluyó en el travesaño. Pero el guiño de la suerte fue un engaño: al ratito, Mena salió con una molestia muscular en el posterior de la pierna izquierda.

Una ocasión nítida, el remate de Chancalay a los 7 minutos del segundo tiempo, fue el aporte surgido en la segunda mitad, en cuyo arranque Racing generó la ilusión de haberse recuperado. Fue, en ese breve lapso, una formación corta, que recuperó rápido lejos de Arias y buscó con juego asociado. Antes de los 20 minutos, esa impresión de desvaneció por completo...

Lo que queda demanda una urgente respuesta. Todavía hay una ocasión para hacerlo...

Foto: Paola Lara