En cualquier orden de la vida los gestos buenos y desinteresados suelen generar en las personas que los reciben un efecto contagio, que a su vez las lleva a manejarse del mismo modo con los demás. Los racinguistas no le escapan a esa máxima que invita a dar desde el corazón, con el único propósito de sentir recompensado el espíritu. Joaquín Gliniecki Blanco es uno de los artistas más prolíficos que representan a Racing Integrado, con el propósito de desarrollar sus habilidades artísticas y de demostrar que las personas con capacidades diferentes no estan exentas de trabajar o de crear.

Y como la vida se trata de soñar en grande, el joven académico fue en busca de uno de sus anhelos personales, que además incluyó la faceta profesional. Más allá de su amor por los colores racinguistas el artista siente desde hace muchos años una admiración futbolística por Gerdard Piqué, el histórico defensor central del Barcelona y de la Selección Española. Al igual que lo había hecho antes con su ídolo, Diego Milito, en esta ocasión Joaquín quiso que otro futbolista admirado por él pudiera tener un presente suyo. Entonces tomó su kit de pinturas junto a una hoja y se puso a hacer lo que mejor sabe: trasladar al dibujo todo ese sentimiento que brota de aquellos que cuando pintan no sólo lo hacen con la manos, sino también con el corazón.

Una vez que la obra estuvo terminada viajó directamente hasta Barcelona y llegó a las manos del mismísimo Piqué. Lejos de desentenderse, el jugador se emocionó por el gesto cuando conoció en detalle la historia de vida del joven académico. Y como las acciones que salen de forma desinteresada desde el corazón suelen generar otras similares en la gente, el futbolista español le respondió el envío a Joaquín con otro paquete, que tenía en su interior una camiseta suya firmada con una sentida dedicatoria personal. Una prueba fehaciente de que las personas pueden tener capacidades diferentes, pero que la voluntad de soñar y de luchar para que esos anhelos se cumplan es igual para todos.