En época de forzosa relación virtual, la tarea cotidiana de Racing Solidario, con su red de contención y conexiones para atenuar la situación de una población diversa, desde aquellos que requieren asistencia hospitalaria o cobertura de necesidades básicas insatisfechas, se modificó por la vigencia de la cuarentena obligatoria, con foco en el aislamiento social.

Pero el Departamento de Responsabilidad Social del club, una referencia indispensable en el universo de la AFA, incrementó sus acciones precisamente, por el apoyo a los sectores más vulnerables y expuestos a las limitaciones económicas y laborales que impuso la contención de la pandemia de coronavirus. Entonces, se implementó una cadena de comunicación que tuvo un efecto múltiple, que fue desde la coordinación para donaciones (en especial de alimentos y elementos para higiene) y entrega de las mismas hasta planes a mediano plazo (por caso, confección de mantas y abrigos para distribuir a personas en situación de calle ante el próximo invierno). También, con pleno acatamiento a las reglamentaciones de distanciamiento social, se estableció apoyo psicológico a líderes sociales que, cotidianamente, organizan la ayuda a poblaciones en emergencia. Además, varios de esos hechos se desarrollaron en conjunto con otros clubes para potenciar el alcance y mejorar el uso de recursos.