Efemérides

Hazañas académicas: un gran tricampeón

Lunes 05 de Diciembre de 2016
Un golazo de Mario Boyé le dio a Racing el título de 1951. El triunfo por 1 a 0 sobre Banfield en el Gasómetro le permitió al club adueñarse del título por tercer año consecutivo. Va el recuerdo a 65 años de la gesta. 
Hazañas académicas: un gran tricampeón
Un remate fulminante que se metió en el ángulo. Un tiro, cuando recién había arrancado el segundo tiempo, con destino de campeón. En el Viejo Gasómetro, en la segunda final del torneo de Primera División de 1951, el 5 de diciembre, hace exactamente 65 años. Mario Boyé, apodado el Atómico, se calzó el traje de superhéroe y convirtió el tanto con el que Racing derrotó a Banfield por 1 a 0. Así, se consagró tricampeón por segunda vez en su historia. 

El equipo que dirigía Guillermo Stábile tenía jugadores de lujo y venía de obtener los campeonatos de 1949 y de 1950. La campaña fue realmente notable y, si no fuera que el desempeño de Banfield también fue muy bueno, la coronación debería haber llegado antes. La Academia disputó 32 partidos, de los cuales ganó 16, empató 12 y perdió nada más que 4. Además, marcó 60 goles y le hicieron solamente 37. Los dos mejores conjuntos del certamen quedaron igualados con 44 puntos y se jugaron entonces dos encuentros para definir la historia: el primero fue un 0 a 0 sin mucha gracia y el segundo acabó en sonrisa celeste y blanca. 

Los protagonistas de la gesta fueron Higinio García, Ernesto Gutiérrez, Llamil Simes, José García Pérez, Ezra Sued, Antonio Rodríguez, Juan Carlos Giménez, Alberto Rastelli, Manuel Ameal, Manuel Blanco, Norberto Cupo, Boyé, Rubén Bravo, Héctor Grisetti, Julio Gagliardo, Ricardo Fernández, Jorge Blasetti, Alberto Cesáreo, Vicente Mauriño, Norberto Méndez, Nicolás Palma, Juan Carlos Fonda, Miguel Puertas y Jorge Gutiérrez. Además, García y Ernesto Gutiérrez estuvieron presentes en todos los duelos. Simes, por otra parte, fue el principal artillero con 15 conquistas.

En un nuevo aniversario del título, la alegría por recordar a quienes nos hicieron grandes.