Un hecho único, un suceso irrepetible. Con una categoría que generaba asombro en propios y extraños, Racing consiguió hace 97 años convertirse en heptacampeón de la Primera División del fútbol argentino. Ese conjunto, que merecidamente fue llamado “Academia”, se consagró el 14 de diciembre de 1919 luego de haberlo hecho, de manera consecutiva, en 1913, en 1914, en 1915, en 1916, en 1917 y en 1918. La coronación llegó luego de vencer a Tigre por 2 a 1 con dos tantos de Alberto Marcovecchio, que terminó como el máximo artillero del certamen con 27 conquistas. 

Una campaña extraordinaria. No solamente Racing fue el mejor; no solamente Racing no perdió un solo encuentro. No: además, como si fuera poco, Racing ganó todos los partidos que disputó. Fueron 13 presentaciones en las que cosecharon 13 triunfos. ¿Los más resonantes? Un 5 a 3 a Sportivo Barracas, un 4 a 0 a Platense, un 4 a 1 a San Isidro, un 5 a 0 a Atlanta y un 10 a 0 a Estudiantes. En total, Racing convirtió 43 goles –un promedio de 3,3 por duelo- y recibió nada más 10. La diferencia con Vélez, el escolta, fue de 6 puntos; y la distancia con Defensores de Belgrano, el tercero, fue de 10 unidades.   

¿Quiénes conformaron ese plantel? Marcos Croce, Carlos Franch, Armando Reyes, Roberto Castagnola, Gervasio Rama, Ricardo Pepe, Francisco Olazar, Enrique Machiavello, Natalio Perinetti, Alberto Ohaco, Pedro Ochoa, Albérico Zabaleta, Marcovecchio, Juan Hospital, Juan Perinetti, Roberto Gianolini, Guillermo Presta, Alfredo Presta, Salvador Presta, Pedro Loncan, Nicolás Vivaldo, Antonio Virgilio, Pedro Sala, Juan Carlos Lalarutte, Clemente Comaschi, Lorenzo Bustince, Américo Masetti y Carlos Perinetti. Además, este grupo de futbolistas obtuvo la Copa Aldao al derrotar a Peñarol por 2 a 1. 

Con la memoria como estandarte, Racing recuerda a quienes lo hicieron grande.