Efemérides

Frers, ese que inauguró la dinastía goleadora

Martes 08 de Marzo de 2022
Fue ni más ni menos que el primer artillero de nuestra historia. Dueño de un talento fenomenal frente al arco rival según destacan las crónicas de aquellos días, brilló en los primeros años racinguistas y fue el autor de uno de los tantos con los que se logró el ascenso a Primera en 1910. Una vez retirado de la actividad se le otorgó el merecido reconocimiento de ser nombrado como socio honorario de la institución. Hoy lo homenajeamos de nuevo por ser uno de los grandes apellidos de todos los tiempos.
Frers, ese que inauguró la dinastía goleadora
Nunca está de más el recordar el siguiente detalle que no es para nada menor: Racing Club cuenta en su haber con 118 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Ese gol marcó el destino del club. Sin ese gol, Racing probablemente no sería lo gigante que es hoy. Sin ese zapatazo, que llegó como una bendición a los 44 minutos del primer tiempo, Racing, por ahí -¿quién puede saberlo?-, no sería la Academia. Sin esa conquista del 11 de diciembre de 1910, en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, Racing, en una de esas, no sería uno de los equipos más prestigiosos del fútbol argentino. Pero ese gol existió. Ese zapatazo existió. Y esa conquista existió. Fue Pablo Frers el que ejecutó ese remate que le permitió a Racing encaminarse hacia un triunfo por 2 a 1 ante Boca con el que logró así el ascenso a la Primera División. 

Frers, nacido el 3 de marzo de 1881 en la localidad bonaerense de Azul, jamás imaginó que sería su nieto, Fernando Paso Viola Frers, uno de los más notables historiadores del club, quien contaría con lujo de detalles su carrera como futbolista. Su nieto sería el que, en un tremendo gesto de amor, se sumergiría muchas décadas después de aquel inolvidable gol en diarios y en revistas para encontrar los rastros de su abuelo. Infalible artillero desde chico, Frers hizo sus primeros pasos en el Tigre Football Club. Luego, jugó en Belgrano Athletic Club y, más tarde, en el brillante Alumni que dominó la década de 1900. Su llegada a Racing se dio en 1906 y, a partir de ahí, siempre siguió ligado a la camiseta celeste y blanca.

No solamente le hizo Frers ese gol a Boca. Según los registros, convirtió 121 tantos en encuentros oficiales. A eso habría que sumar todos los marcados en compromisos amistosos. Desde 1913, por una cuestión de edad, comenzó a participar de los campeonatos de Veteranos. Dos títulos obtuvo en esa categoría tras participar en cinco certámenes. “Atacante muy ofensivo y ubicuo. Tenía un shot fortísimo dadas sus condiciones físicas de hombre corpulento, fornido y decidido a perforar redes”, escribió Paso Viola sobre su abuelo en “La historia del primer más grande 1898-1931”. Toda una reseña sobre el primer gran goleador que tuvo la Academia. 

Frers, que fue declarado socio honorario de Racing Club una vez que se retiró de la actividad futbolística oficial, falleció el 8 de marzo de 1962. Hoy se cumple un nuevo aniversario de su partida física, pero su recuerdo y su legado sigue más presente que nunca. Es por eso que Racing Club le rinde nuevamente el más respetuoso de los homenajes, por considerarlo como uno de los grandes apellidos que desde su aporte deportivo contribuyeron a construir la grandeza de nuestra institución con el paso de los años y de las generaciones.