Efemérides

El Yaya Rodríguez, estampa eterna del mejor Racing

Jueves 02 de Junio de 2022
Mencionarlo es evocar de inmediato el pináculo deportivo de nuestra institución, junto al recuerdo del equipo más destacado de toda nuestra historia. Su apellido es, fue y será por siempre sinónimo de goles destacados y de celebraciones que se tradujeron en gloria. Hoy recordamos una vez más a uno de nuestros ídolos eternos con el mismo afecto y pasión de siempre.
El Yaya Rodríguez, estampa eterna del mejor Racing
A éstas alturas ya es toda una obviedad el mencionarlo, pero no por eso hay que dejar de hacerlo. Racing Club cuenta en su haber con 119 años de vida de una riquísima historia y un pasado repleto de gloria. Y como eso ya es sabido, es también irrefutable el hecho de que luego de tantas jornadas a lo largo del tiempo fueron construidas por una larga lista de galería de símbolos que forjaron la identidad del club, desataron el amor de multitudes y le entregaron a nuestra institución la grandeza de la que todavía hoy disfruta. Nuestra historia no empezó ayer y merece ser contada, ya que es fundamental conocerla para saber quienes somos y hacia dónde vamos. Por eso, como homenaje respetuoso y como saludo eterno, se recuerda a éstos grandes en las fechas que ya les pertenecen. A los ídolos académicos, simplemente gracias. Ayer, hoy y siempre.

Ocurrió que casi nadie se imaginó que un pibe ya no tan pibe -28 años tenía cuando pisó por primera vez las tierras bonaerenses- se transformaría en figura y en ídolo en tan poco tiempo. Sucedió que casi nadie intuyó que un entrerriano con poco renombre en el fútbol argentino alcanzaría con la casaca celeste y blanca la cima en este deporte. Pero pasó. Y fue una alegría que así fuera. No sólo para Racing sino para el mundo de la pelota, que lo vería llegar a la cima como parte fundamental de un equipo legendario. Juan José Rodríguez, nacido el 1 de enero de 1937 en la localidad de Galarza, llegó al club en 1965, junto a Juan Carlos Rulli, directamente desde Boca. Antes, había pasado sin mucha notoriedad por Nacional y por Huracán. Pero ni bien se ubicó en Avellaneda, encontró en Juan José Pizzuti al hombre capaz de sacar lo mejor de su talento. Y así, se cansó de hacer goles y de generar momentos de alegría para el pueblo académico. 

Hábil, veloz y con gran facilidad para moverse dentro del área contraria, Yaya, como se lo conocía en el ambiente, armó rápidamente una buena sociedad con Jaime Martinoli y con Juan Carlos Cárdenas en el ataque. Humberto Maschio, el cerebro de ese conjunto, funcionaba como el gran asistidor de estos apellidos letales en la delantera del Equipo de José. Todos juntos, más las incorporaciones que se sumaron en 1966 y en 1967, conquistaron el campeonato local, la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. De hecho, Rodríguez fue, con seis tantos, fundamental para ganar el torneo sudamericano que le permitió a Racing enfrentar al Celtic de Glasgow y quedarse con el Título del Mundo en un hito dentro nuestra historia tanto como de la perteneciente al fútbol sudamericano.

En total, el Yaya disputó 105 partidos y convirtió 37 goles con la casaca albiceleste. Su promedio deja en claro la talla de su aporte ofensivo. Además y para destacar que su estampa de crack trascendía los límites de la cancha, fue un tipo querido por sus compañeros y admirado por sus rivales. Fue por eso que hace algunos años atrás su apellido recibió un nuevo homenaje en el Recinto de Honor del Cilindro, con la colocación de una placa que evoca tanto su memoria como la de varios de los integrantes que formaron parte del mejor equipo académico de todos los tiempos.

Hoy, en la jornada en que se cumplen 29 años de su fallecimiento, Racing Club recuerda de nuevo con agradecimiento eterno y el mismo amor de siempre a la figura de un hombre que ayudó a escribir sin lugar a dudas las mejores páginas de la historia deportiva de la institución. Gracias eternas, querido Yaya.