Aunque Atlético Mineiro disputó en el Estadio Raimundo Sampaio más de 530 partidos oficiales, la cita futbolística más famosa a nivel planetario que tuvo lugar ahí ocurrió el 2 de julio de 1950. Aquel día, Uruguay, que se adueñaría poco después del título mundial al vencer a Brasil en el recordado “Maracanazo”, goleó a Bolivia por 8 a 0 ante la presencia de 6000 espectadores. El inglés George Reader fue el árbitro de un encuentro en el que, sin lugar a dudas, Oscar Míguez se destacó por encima de todos al convertir tres tantos. Las demás conquistas estuvieron a cargo de Juan Schiaffino -en dos ocasiones-, de Ernesto Vidal, de Julio Pérez y de Alcides Ghiggia. En ese mítico sitio, por el que pasaron muchos cracks a lo largo de la historia, intentará Racing conseguir la clasificación a los cuartos de final de la Copa Bridgestone Libertadores.

Ubicado sobre la Avenida Ismênia Tunes, en el corazón del barrio Horto, una zona muy tradicional del este de Belo Horizonte, el Estadio Raimundo Sampaio, que es propiedad del América Mineiro, fue construido para el evento mundialista que se realizó en Brasil entre el 24 de junio y el 16 de julio de 1950 y del que la Selección Argentina no formó parte. Además del duelo de Uruguay, se disputaron Yugoslavia-Suiza –el 25 de junio- y Estados Unidos-Inglaterra –el 29 de junio-. Por fuera de su denominación formal, se lo conoce popularmente como Estadio Independencia porque los terrenos pertenecían originariamente al club 7 de septiembre -una institución local que ya no existe- y el 7 de septiembre es la fecha en la que se conmemora la independencia de Brasil. Así que, en la capital de Mina Gerais, por una cuestión patriótica, todos llaman al estadio de esta manera.

El Estadio Raimundo Sampaio fue cerrado en 2010 por reformas y recién se reinauguró en 2012. A partir de ahí, Atlético Mineiro disputó 119 compromisos, de los cuales ganó 81, empató 27 y perdió solamente 11. Pese a las renovadas instalaciones, todavía permanece en el aire la huella de Ghiggia, uno de los grandes héroes del partido decisivo de la segunda Copa del Mundo que se desarrolló en Latinoamérica. Lisandro López y Oscar Romero, dos de las grandes figuras del ataque académico, buscarán esta noche parecerse al inolvidable delantero uruguayo. Racing, en una cancha que ya pisó en la gira que realizó en 1958, intentará seguir soñando en un lugar con mucha historia.