A esta altura, una costumbre de este grupo: chistes, sonrisas, buena onda y mucha predisposición para recibir el cariño de los hinchas. Así, en un ambiente cargado de ilusión ante la posibilidad de continuar soñando en el torneo más prestigioso del continente, Racing partió el martes por la tarde desde Aeroparque con destino al Confins o Tancredo Neves, el aeropuerto internacional de Belo Horizonte. La delegación estuvo compuesta no solamente por los jugadores citados sino también por Cerro, quien se sumó para estar cerca de sus compañeros en este momento tan importante del semestre. Por lo tanto, fueron 23 los futbolistas que, vestidos de traje impecable, se subieron al avión privado en el que los esperaban –a puro aliento- los simpatizantes que viajaron junto al Departamento del Hincha. 

De fondo, mientras duró la espera, el duelo entre el Bayern Munich y el Atlético Madrid. Con Milito a la cabeza, varios pusieron los ojos en los televisores que estaban cerca de la zona de embarque con la intención de seguir de cerca los pasos de la semifinal de la Champions League. Si bien le prestaba atención al partido, Saja prefirió concentrarse en “Pelota de papel”, el libro del que formó parte –escribió un cuento que ya recibió montones de elogios- junto a muchos colegas de otros clubes. Cerro, contento por acompañar a los suyos, también paseaba con su ejemplar en la mano. Como suele ocurrir cada vez que Racing sale al exterior, algunos de los más jóvenes eligieron deambular a la caza de algún perfume de categoría. 

Detalles que muestran con claridad el estado de ánimo colectivo. Una vez superado el siempre tensionante despegue, Washington Camacho, que fue agregado el mismo martes a la lista de concentrados, sacó un termo de su bolso y empezó a cebar. De a poco, a la ronda se fue agregando gente cautivada por la fama de la que gozan los uruguayos cuando tienen un mate en la mano. Videla, siempre con un chiste bajo la manga, no dejó escapar la oportunidad de cargar a todos los que se movían a su alrededor. Pillud, su socio a la hora de hacer reír, lo secundó para enloquecer al jefe de prensa. 

Curiosos, periodistas y más hinchas aguardaron la llegada de la Academia a tierras brasileras y miraron con mucho respeto el paso de los jugadores hacia el micro. Con la cena como siguiente objetivo, Racing se trasladó entonces hacia uno de los complejos del Cruzeiro, el clásico rival de Atlético Mineiro. En esas instalaciones se quedará el plantel hasta que llegue el turno de partir hacia el Estadio Independencia para encarar la cita que tiene en vilo a la multitud celeste y blanca. No fue necesario que nadie lo explicitara pero el mensaje quedó claro, a la vista de cualquiera. “Acá estamos”, dijo Racing ni bien pisó Belo Horizonte. Ahora será cuestión de demostrarlo en la cancha.