Fue una fiesta, sí, con banderas a pleno, apoyo multiplicado en miles de voces y una comunión absoluta con jugadores y cuerpo técnico. Pero a la vez, el Cilindro cubierto por más de 20.000 hinchas en la víspera del Clásico de Avellaneda, representó la demostración cabal de que este sábado, a las 17:00, Racing -los que salgan la cancha- no estará solo.

Gustavo Costas como conductor y como símbolo del celeste y blanco, saben qué significa el derby. Y quienes integran el plantel también están convencidos. Porque ya han pasado por esta experiencia y aquellos que aún no han tenido esa vivencia tuvieron el aprendizaje de palabra. Todos, los de antes y los nuevos, se conmovieron con las tribunas cubiertas, los cantos, los estandartes... como si tratara de la compañía habitual en el estadio durante un partido. 

“Porque los jugadores, me van a demostrar…”, dice una estrofa de tribuna. No hay dudas de que así será. En la tarde de este viernes, el compromiso se transformó en bandera.