El principio para la Academia empezó cerca del final. A 39 segundos del cierre del tercer cuarto, Maximiliano Segón penetró con furia ante la defensa de José Hernández y además de conseguir la falta tras el doble, consiguió algo mucho más destacable: poner al equipo en ventaja por segunda vez en toda la noche. La primera había sido durante el minuto inicial de la noche, con un 5-0 que rápidamente fue doblegado por el rival. A partir de ese momento y hasta el punto de quiebre a favor de Racing, su rival manejó el partido casi a placer, tanto por virtudes propias como por errores sucesivos en el local. Pero los comandados por Germán Intonio tuvieron orgullo deportivo para seguir el hilo del partido aún en sus peores momentos. Y cuando la tendencia dio un giro absoluto, aprovecharon sus virtudes para hacer valer ese momento adentro de la cancha e imponerse por 76 a 60.

José Hernández supo que la noche en el Centro Deportivo del estadio podía ser suya y comenzó a potenciar sus armas en cuanto notó que Racing estaba con una noche signada por la imprecisión. Así fue que la visita pudo manejar la dinámica del partido durante los dos primeros capítulos, apoyándose en su efectiva circulación perimetral y en especial en el buen porcentaje de tiros de tres puntos que logró anotar. Del otro lado los locales eran todo lo contrario: un equipo poco conectado entre sí, displicente por momentos y con un bajo goleo . Por eso el 38-26 con el que finalizaron los primeros 20 minutos de juego no sorprendió a nadie en Avellaneda.

Y más allá de que al volver a la cancha tras el descanso Intonio movió las fichas adentro de la cancha en busca de un golpe de timón, en el juego individual y colectivo el rival era más y lo hacía sentir en el resultado sin dejar de lado el libreto que había puesto en práctica desde el inicio. Pero cuando el equipo peor estaba tanto desde su básquet como desde el marcador (llegó a estar 20 puntos abajo), comenzó a verse una esperanza. Un puñado de buenas conversiones, un par de triples y unos cuantos libres convertidos pusieron al equipo en partido y al llegar a esos 39 segundos finales del cuarto, pudo revertir la tendencia de la noche y finalizar arriba por 52-48.

Y en los 10 minutos finales del cotejo los académicos pudieron hacer lo que José Hernández no había podido desde lo numérico: mantener la diferencia cuando el juego le fue favorable. Aparecieron Segón con su mano en los momentos clave (fue el goleador absoluto de la noche con 28), Álvarez y su eficacia, al igual que Romani y el manejo de los tiempos para manejar las posesiones y hacer que el reloj se convirtiera en un obstáculo cada vez más pesado para el equipo de Mataderos. Hasta que ya no quedó tiro para más y el 76-60 final terminó por ser un premio para Racing, que lejos de su mejor producción y aún en su peor momento de la noche, nunca dejó de creer que podía ganar el partido.

El quinteto inicial dispuesto por Intonio arrancó con Bavasso (0), Álvarez (12), Pérez (11), Segón (28) y Barrionuevo (4). Luego ingresaron García (8), Romani (13), Zocchi (0), Fiotti (0) y Urbina (0).

De esta forma la Academia pudo volver al triunfo en su casa en esta decimosegunda fecha de la Zona Metropolitana del Torneo Federal y dejar atrás una racha adversa de tres derrotas en fila. El triunfo era muy importante, para lograr sumar una victoria antes del cierre del año y para arrancar el 2019 cerca de los puestos de clasificación hacia la postemporada. Y antes de arrancar con sus vacaciones el equipo hizo lo que tenía que hacer: ganó en Avellaneda y celebró con el puño bien arriba.

Fotos: Paola Lara.