Y Diego Milito tendrá lo que se merece: una despedida con todas las letras. 

Y Racing disfrutará también de lo que se merece: el agasajo a uno de los máximos ídolos de su historia. 

Y llegó finalmente el día: el sábado a las 17, el Cilindro se calzará el traje de fiesta para recibir una vez más al futbolista más querido, al símbolo eterno, al artífice de tantas alegrías. Los hinchas, en la tarde del 12 de noviembre de 2016, se darán entonces el lujo de despedir al único jugador que estuvo en el equipo que salió campeón en 2001 y en el que consiguió el título en 2014. Con un espectáculo cargado de emoción, con estrellas de todas partes del mundo viajando hacia Buenos Aires para no perderse el evento, Milito recibirá de quienes más lo quieren una ovación que se llevará para siempre grabada en sus oídos.

Merecido. Porque a los ídolos sólo queda decirles gracias. Gracias y más gracias.