Jugador y campeón. Ídolo y secretario técnico. Y ahora, además, embajador. Luego de acompañar a Lautaro Martínez a Italia para cerrar su llegada al fútbol italiano, Diego Milito viajó a Kuwait junto a Cafú, capitán de la selección de Brasil que se consagró en el Mundial 2002, en el marco de un evento especial que contó con la participación de glorias del Inter y del Milan. 

En el país ubicado en el noreste de la península arábiga, el emblema de la Academia se reunió con Abdullah, hijo de la cuarta familia más rica de Kuwait, y le entregó una camiseta con el 22 en la espalda. Charlaron sobre el trabajo profesional que viene llevando a cabo Racing tanto en lo deportivo como en lo institucional y acordaron avanzar de manera conjunta para desarrollar un proyecto que potencie a ambas partes. 

“Es importante que en todos lados sepan la seriedad con la que estamos actuando para hacer a Racing todavía más grande de lo que es. Para mí, es un honor poder sentarme en cualquier rincón del planeta y contar con orgullo lo que vamos logrando día a día a partir del esfuerzo y de la convicción”, le dijo Milito al sitio oficial a la hora de un balance. Antes de regresar a la Argentina para continuar planificando el mercado de pases, el secretario técnico afirmó que el cónclave sirvió básicamente para establecer vínculos que le permitirán al club profundizar su crecimiento.