El Club

El sello de Tucho Méndez

Viernes 22 de Junio de 2018
Lo suyo era estar con la pelota. Con esa condición llegó a Racing en 1948 para sumarse a un equipo que sería campeón en 1949, en 1950 y en 1951. Jugó 128 partidos, gambeteó un millón de rivales y se ganó todos los aplausos. Lo recordamos en un nuevo aniversario de su partida. 
El sello de Tucho Méndez
En una baldosa, era capaz de fabricar toda la magia del mundo. Sucesión de recursos para engalanar a cualquiera: una gambeta y un amague y un lujo y una genialidad. En ridículo los adversarios, envueltos en sonrisas los compañeros, terremotos de aplausos caídos desde las tribunas. Así, así de simple y así de bien, jugaba al fútbol Norberto Doroteo Méndez, una joya con la pelota en los pies que llegó a Racing en 1948, proveniente de Huracán, junto a Juan Carlos Salvini y a Llamil Simes, para devolver al club a los primeros planos de la competencia. Y tan bien le fue que salió campeón de manera consecutiva en 1949, en 1950 y en 1951. 

Tucho, apodo con el que se lo conocía en el ambiente del fútbol, había nacido en el barrio porteño de Pompeya el 5 de enero de 1923. Se había criado con una dosis de arrabal, con la facha del galán y con el tango en los oídos. Debutó en Primera en el cuadro de Parque Patricios y su gran nivel hizo que la Academia depositara los ojos en él. Se quedó en Avellaneda hasta 1954 y, en total, disputó 128 partidos oficiales y convirtió 47 goles. Pasó también por Tigre y cerró su magnífica carrera en Huracán.

Con la Selección, ganó los Campeonatos Sudamericanos de 1945, de 1946 y de 1947. Es, junto al brasilero Zizinho, el máximo goleador histórico de ese torneo con 17 conquistas. Las lesiones le jugaron una mala pasada y debió abandonar al fútbol cuando todavía tenía cosas para dar. "Huracán fue mi novia; Racing, mi mujer; y la Selección, mi amante", dijo alguna vez en una entrevista. En los tres lados se lo recuerda con gran cariño por las alegrías que generó con tanto talento.

Méndez falleció el 22 de junio de 1998 a los 75 años. En un nuevo aniversario de su muerte, Racing le rinde un más que merecido homenaje. A los ídolos, a los grandes ídolos, siempre hay que decirles gracias.