El Club

Un día bien Racing

Viernes 13 de Diciembre de 2019
Con el paso de los años, el 14 de diciembre se transformó en una fecha asociada a la gloria para la Academia: 1919, 1958 y 2014 certifican la hipótesis. ¿Se repetirá en 2019?
Un día bien Racing
Todo comenzó en 1919. Todo se consolidó en 1958. Todo se volvió magia en 2014. ¿Todo se volverá leyenda en 2019? Racing y el 14 de diciembre tienen un vínculo especial que se fue solidificando al calor de las grandes victorias que marcan la épica de un club. Si el año tiene 365 días, la Academia parece haber elegido uno especialmente para que confluyeran varias de las celebraciones más importantes. Por eso hay quienes apuestan a que esto sea más una decisión del destino que una cuestión del azar y que, en la noche del sábado, el Trofeo de Campeones llegue como para certificarlo.

En 1919, después de haber ganado de modo implacable los primeros 12 partidos del torneo, Racing, que ya era la Academia, se consagró heptacampeón tras derrotar a Tigre por 2 a 1. Alberto Marcovecchio, el máximo artillero del certamen con 27 goles, anotó los dos de esa jornada. Fue el primero y el único en el fútbol argentino en conseguir una hazaña semejante y, a un siglo de ese récord absoluto, la memoria sostiene de pie a la tradición que nos volvió el primer grande de estas tierras.

En 1958, por la vigesimoctava fecha, Racing igualó 3 a 3 ante Lanús como visitante y concluyó de la mejor manera una temporada brillante. Perdía por 3 a 1 y lo revirtió gracias a los goles de Wladislao Cap y de Pedro Manfredini. Con el empate le alcanzó para celebrar. Los once fueron Osvaldo Negri, Norberto Anido, Juan Carlos Murúa, Héctor Bono, Cap, Julio Gianella, Oreste Corbatta, Juan José Pizzuti, Mandredini, Urbano Reynoso y Raúl Belén. José Della Torre, notable defensor de la década del treinta, era el técnico de ese equipazo.

En 2014, bajo la dirección de Diego Cocca y con Diego Milito como emblema adentro de la cancha, la Academia venció a Godoy Cruz por 1 a 0 en un Cilindro repleto y cortó una racha de 13 años sin títulos. Ricardo Centurión convirtió el tanto del triunfo con un cabezazo bárbaro en el arranque del complemento. El sprint final fue fenomenal: seis victorias consecutivas para destronar a un River que parecía encaminado hacia la cumbre. En un proceso elocuente de recuperación institucional, la alegría arribó como la muestra de que, luego de años de desconciertos, la senda de la grandeza estaba de nuevo al alcance de la mano.

Queda entonces a la vista de cualquiera: el 14 de diciembre es un día bien Racing.