El Club

Otro aniversario de amor eterno

Viernes 25 de Marzo de 2022
Hoy se cumplen 119 años de la fundación de nuestra querida Academia. Desde sus orígenes hasta la actualidad, la institución ha forjado una rica historia, plena de inolvidables sucesos deportivos y sociales. Va el saludo, entonces, a todas aquellas personas que con pasión inclaudicable, compromiso, generosidad y gratitud hacen su aporte diario para que Racing Club siga siendo el Primer Grande.
Otro aniversario de amor eterno
Todos somos Racing: Arturo Artola y Pedro Ochoa, Germán Vidaillac y Juan José Pizzuti, Alejandro Carbone y Diego Milito, Pedro Werner y Lisandro López. Todos ellos y todos nosotros somos Racing porque Racing es una patria profunda, una identidad imborrable, un sentimiento que traspasa generaciones, una pasión que nació el 25 de marzo de 1903 gracias a la voluntad de construir vida con otros que tuvieron los muchachos de Colorados Unidos al Sud y los muchachos de Football Club Barracas al Sud. Y hoy, 119 años después de aquel mítico día, sobran los motivos para celebrar un nuevo aniversario de la fundación del club de nuestros amores. 

La Academia es la Academia porque en la segunda década del Siglo XX brilló en todas las canchas en las que jugó y porque en esa época consiguió lo que ningún otro equipo lograría jamás: coronarse de forma consecutiva entre 1913 y 1919 y ser heptacampeón del fútbol argentino. De la mano de fenómenos como Pedro Ochoa, como Alberto Ohaco y como Natalio Perinetti, además de los títulos de 1921 y de 1925, obtuvo también doce copas nacionales que transformaron a la institución en la más ganadora en esa clase de competiciones. 

Juan Carlos Salvini, Norberto Méndez, Rubén Bravo, Llamil Simes y Ezra Sued formaron en 1949 una delantera fenomenal que le devolvió a Racing el protagonismo que no había podido lograr desde el inicio de la era profesional. Campeón en 1949, en 1950 y en 1951, el equipo de Guillermo Stábile se consagró tricampeón el 5 de diciembre de 1951 en el Viejo Gasómetro, ante Banfield, gracias a un brillante zapatazo de Mario Boyé. Las alegrías de 1958 y de 1961, comandadas por Juan José Pizzuti y por Orestes Omar Corbatta, ratificarían el inmenso lugar del club en la escena  deportiva nacional. 

El 4 de noviembre de 1967, en el Estadio Centenario, Juan Carlos Cárdenas sacó un zurdazo tremendo que se coló en el ángulo superior derecho del arquero del Celtic Glasgow y que llevó a Racing a la cima mundial. Sí, así como suena: la Copa Intercontinental era para el conjunto de Pizzuti, que había conseguido previamente el título local de 1966 y la Copa Libertadores de 1967. La primera edición de la Supercopa Sudamericana fue el siguiente golpe de la Academia: el 18 de junio de 1988, en el estadio Mineirao y con un gol de Omar Catalán, se quedó con el torneo tras empatar 1 a 1 ante el Cruzeiro. Atrás de esa sonrisa, llegó el turno de levantar la Supercopa Interamericana frente al Club Sport Herediano de Costa Rica.

Racing supo atravesar y superar complicados momentos institucionales y, como si eso fuera poco, encontró la manera de sobreponerse a 35 años sin ganar campeonatos argentinos. En el Apertura 2001, bajo la conducción técnica de Reinaldo Merlo, lo consiguió gracias a una campaña sólida y consistente. Pero, si de logros se trata, probablemente el más destacado haya sido la recuperación de la democracia institucional a partir de finales de 2008. El club, gobernado de nuevo por el voto de sus socios desde ese momento, volvió a ser campeón el 14 de diciembre de 2014, con Diego Milito y Sebastián Saja como grandes emblemas de un equipo inolvidable al mando de Diego Cocca. Y pocos años más tarde, en el 2019, repitió el festejo por partida doble con la Superliga y el Trofeo de Campeones, en un equipo lleno de figuras y que contó con Lisandro López como el gran estandarte futbolístico de un plantel espectacular manejado desde lo técnico por Eduardo Coudet.

Es por todo eso que en esta fecha, un día de fiesta para todo el pueblo académico, vuelve a hacerse presente el saludo de los que te defienden y te alientan partido a partido tanto adentro como afuera de la cancha. Brindemos por todo lo que conseguimos y por lo que está por venir. Porque este sentimiento inexplicable fue, es y será parte de nuestra vida. Y ese es un motivo que merece celebrarse. Ayer, hoy, mañana y siempre. ¡Feliz cumpleaños, Academia querida!